El papa Francisco ha expresado "dolor" y "horror" por la "absurda violencia" tras el asesinato de un sacerdote en un ataque durante una Misa en la iglesia de Saint Étienne du Rouvray, junto a la ciudad de Ruán, en Francia. Un fiel resultó herido grave.
El portavoz del Vaticano, P. Federico Lombardi, emitió un comunicado en el que expresó el inmenso "dolor y preocupación" de la Santa Sede por lo acaecido en Ruán. Dijo que el papa ha sido informado y que "participa con dolor y horror" por esta violencia absurda. El Papa Francisco, añadió Lombardi, "condena cualquier tipo de odio y reza por las personas implicadas".
"Estamos particularmente afectados por esta violencia horrible y que ha ocurrido en una iglesia, un lugar sagrado en la que se anuncia el amor de Dios, por el brutal asesinato de un sacerdote", agregó el portavoz vaticano. Expresó su cercanía a la Iglesia de Francia, al arzobispo de Ruán, a toda la comunidad católica de la ciudad y al pueblo francés e informó de que están siguiendo con atención las informaciones que van llegando desde Francia.
La víctima de este horrible atentado es un sacerdote de 84 años, el P. Jacques Hamel. Dos hombres armados han entrado en la iglesia mientras el sacerdote celebraba la Santa Misa; han tomado como rehenes a algunos fieles y luego han agredido al anciano sacerdote, asesinándolo. El presidente francés, Hollande, ha atribuido este ataque terrorista al Estado Islámico.
El P. Hamel, ordenado en 1958, había celebrado sus bodas de oro sacerdotales en 2008. Un sacerdote de la misma parroquia, el p. Auguste Moanda-Phuati, lo recuerda como un hombre valeroso, que podía haberse jubilado a los 75 años, pero que quería seguir desempeñando su misión. Y añade: "Era un hombre de paz".