Bautizado católico de niño por iniciativa de su abuela, Galli aún recuerda su primera confesión. También recibió la primera comunión, aunque no tiene memoria de ella ("Tengo fotos, si", dice Galli). Pero fue recién el 13 de septiembre de 2020, a la edad de 68 años, que Galli recibió el sacramento de la Confirmación, inscribiéndose así como nuevo miembro de la Iglesia Católica en la catedral de St. Raymond Nonnatus en Joliet, Illinois (USA).
 
Cristiano de toda la vida, Galli fue miembro de las iglesias presbiteriana y anglicana en el pasado y sirvió como pastor durante 10 años en la primera. Galli también se retiró recientemente de una ilustre carrera de 30 años como periodista y escritor cristiano. Es autor de varios libros y sigue escribiendo regularmente en su blog, The Galli Report. Entre las diversas publicaciones en las que ha trabajado se encuentra Leadership, Christian History y Christianity Today, de la que fue editor jefe durante siete años.
 
Aunque las semillas de su conversión ya estaban técnicamente (incluso espiritualmente) plantadas desde niño cuando recibió los sacramentos, esas semillas lentamente comenzaron a germinar durante el periodo de Galli con la revista "Christian History". En 1994, estaba editando un número dedicado a San Francisco de Asís y recuerda haber quedado sorprendido por este santo y su firme fe. Por esa misma época, Galli también se enteró de la encíclica Veritatis Splendor del Papa San Juan Pablo II, que acababa de ser publicada. Mientras leía la encíclica y alimentaba su interés por la teología, algo tanto de San Francisco de Asís como de Juan Pablo II impactó a Galli. "La misma Iglesia produjo esta radical devoción personal y el estilo de vida de esta gran mente. Entonces pensaba: 'Si la misma Iglesia produjo ambas cosas, necesito saber más sobre esto'. Fue en ese punto que empecé a abrirme camino hacia el catolicismo de una manera más seria", recordó en conversación con el Denver Catholic.
 
Porque Jesús lo ordenó
 
Las razones por las que la gente se convierte al catolicismo son muchas. Para Galli, fue la rica historia de la Iglesia y la comprensión gradual de que la Iglesia Católica es realmente lo que dice ser: la única y verdadera Iglesia que el mismo Cristo fundó. "Chesterton tiene esa famosa cita, La profundidad de la historia es el catolicismo", dice Galli. "Y hay algo de verdad en eso, porque llegas allí y comienzas a ver tanto la devoción como la sabiduría de la iglesia antes de la Reforma de una manera que no lo habías visto antes."
 
Para muchos conversos, a menudo hay ciertas doctrinas de la fe católica que son más difíciles de reconciliar con las tradiciones evangélicas o protestantes - la veneración de la Santísima Virgen María o las oraciones de intercesión a los santos, por ejemplo. Pero al principio de su vida, Galli tuvo una experiencia con un maestro de escuela dominical que le ayudó a desarmar la noción de simplemente rechazar algunas de estas enseñanzas porque no las entendía. "Recuerdo claramente esta lección de la escuela dominical en la que el maestro leyó un pasaje en el que Jesús ordena a sus discípulos que hagan algo", recordó Galli. "No recuerdo el pasaje, pero recuerdo que el maestro dijo, '¿por qué deberíamos escuchar lo que Jesús dice aquí?' Y la clase llegó a ... todas estas razones pragmáticas por las que deberíamos hacer esto. Y él siguió diciendo 'no'. Finalmente, dijimos: ‘Bueno, ¿por qué?’ Y él dijo, 'Deberíamos hacerlo porque Jesús lo ordenó'”.
 
"Eso inspiró mi acercamiento a las escrituras desde entonces y se cimentó en mí que las escrituras eran la palabra de Dios. Son la palabra de Jesús. Y mi trabajo era averiguar cómo entenderla y luego ponerla en práctica como pudiera."
 
"Aquí es donde el Señor quiere que esté"
 


Galli es como una esponja que absorbe todo lo que la Iglesia Católica tiene para enseñar. Viene con un poco de curva de aprendizaje, admite, pero confía en que aquí es donde el Señor quiere que esté, incluso si los amigos, la familia y sus lectores y seguidores no lo entienden completamente. "Puedo decir que mi familia, mis hijos especialmente, están un poco desconcertados, como, 'oh, ¿qué está haciendo papá ahora?'" confidencia. "Dos personas me han dicho que voy a ir al infierno por esto. Pero casi todos los demás, y serían docenas y docenas, si no cientos de personas dijeron básicamente: '¡increíble!'. Es un momento interesante en la historia de la iglesia para que esto suceda."
 
Mientras visitaba a su familia en Denver a finales de septiembre, Galli fue a la misa matinal en la catedral el día de la fiesta del Padre Pío. Después, le dieron una tarjeta de oración y una medalla del Padre Pío - y no estaba muy seguro de qué hacer con ellas. "La recogí y la abrí en mi coche, y pensé, 'Bueno, una estampa con la oración que recibo, la das vuelta y dices la oración. ¿Pero qué se supone que debo hacer con esta medalla?'" dijo con una risa. "Son incluso cosas como esa. ¿Están en una cadena o hay una cadena con un montón de medallas? ¿O la llevo en la muñeca? ¿Qué hago con esta cosa?"
 
Se ríe a carcajadas y sonríe. "Soy parte de la familia, pero amigo, tengo mucho que aprender."
 
 
Fuente: Denver Catholic

 
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