Preguntarse “el por qué de las cosas”, es un hábito que comenzó a impulsar la vida de Antonio Yagüe desde muy temprana edad. Dos hechos le impactaron en su búsqueda, enseñándole que Dios puede dejar señales visibles, para conocer aquello que refieren las profecías y apocalipsis. Uno de estos hechos es la historia de los Reyes Magos, que estudiaron y comprendieron las señales escritas en las estrellas, hasta llegar al lugar donde se encontraba… Jesús, el Hijo de Dios. El otro hecho, las impactantes revelaciones que la ciencia y astronomía han permitido conocer de la Tilma de Guadalupe.
Antonio vivió su infancia y juventud en el tradicional barrio Chamartin (Madrid, España). Se educó en los jesuitas y luego en el emblemático Colegio del Pilar de los Marianistas. Es geólogo, pero en especial agradece la formación en filosofía y teología que desde los 15 años de edad recibió en el Opus Dei. Aunque tras 17 años siendo “numerario” decidiera retirarse de ese movimiento.
Está casado, tiene cinco hijos, es un hombre de misa diaria, devoto de rezar el rosario. Al mismo tiempo un investigador dice, que apoyándose en la astronomía y otras ciencias, arriesga todo por dilucidar profecías y apocalipsis de la Sagrada Escritura.
Antonio acumula y relaciona información de diversas fuentes, para comprender los signos de Dios que revelan acontecimientos futuros, vinculados a la segunda venida de Jesús. Esta investigación y sus conclusiones -que ha difundido en videos de libre disposición y conferencias-, le han valido ser públicamente cuestionado como falso profeta, tildado de astrólogo y milenarista e incluso acusado de ir contra el Magisterio de la Iglesia o hacerle el juego al Gran engañador, el demonio.
Para conocer algo más de su persona y de lo que afirma sobre el fin de los tiempos, Portaluz sostuvo con Antonio Yagüe esta entrevista donde explica algunos de los argumentos que sustentan sus investigaciones; actividad que vive como un apostolado dice, para colaborar a la salvación de las personas…
(Lo que se encuentra en color rojo tenue son aclaraciones de Portaluz)
A ver, a ver, a ver. Si tenemos que hablar de lo más amplio en lo que yo he propuesto deberíamos hablar del concepto de Hipótesis Profética. Dentro de mis propuestas, la más en global de todas las cosas. Dentro de la Hipótesis Proféticas una de las herramientas que utilizo es la Astronomía Sagrada. Pero utilizo (también) la Sagrada Escritura, utilizo las apariciones marianas, utilizo hechos históricos, utilizo ciencias profanas como la geología. Yo pienso que los teólogos hoy en día son… es una ciencia un poco endogámica, que bajo la idea de que ninguna otra ciencia externa habla de Dios, pues ellos no se han relacionado con las ciencias externas.
Y tus hipótesis proféticas apuntan a revelar ¿qué?
(Largo silencio)… No apuntan a revelar nada. Apuntan a crear escenarios posibles de cumplimiento de las profecías. Posibles, y fundamentados.
De cumplimiento de las profecías contenidas en la Sagrada Escritura
Sí, básicamente son las profecías. Todo lo demás son profecías de segundo orden. Quiero decir, tanto… Desde el punto de vista sagrado, la distinción entre revelación pública y revelación privada, hace que donde haya que poner el acento es en la revelación pública porque ahí está todo revelado. La revelación privada no es más que una ayuda a comprender la revelación pública. Por tanto el núcleo de lo que hay que interpretar, de lo que hay que saber, de lo que hay que crear escenarios posibles de cumplimiento, es de la revelación pública, de la Sagrada Escritura.
Hasta donde yo he trabajado, me parece a mí que por ejemplo se había armado muy mal la interpretación pues de profetas mayores, profetas menores, Apocalipsis, san Pablo, Evangelios, etcétera (hipótesis proféticas planteadas en estos). Había bastante desorden en la interpretación. No se sabría decir hace una serie de años, qué es primero y qué es después (se refiere a dar un posible orden temporal de acontecimientos profetizados en los profetas menores, mayores, apocalipsis, evangelios, san Pablo, etcétera). No se sabría decir ni siquiera algo que una niña termina diciendo, como gran teólogo: ‘Que me ha dicho la Virgen, que el fin de los tiempos, no es el fin del mundo’. Eso es un modelo de cumplimiento de las profecías que hasta ese momento, pues si se te ocurría plantear eso.. mmmmm. Como se le ocurrió plantearlo, pues yo qué sé, a Lacunza, al Venerable Holzhauser, a Castellani, a otros muchos, pues inmediatamente eras milenarista. Sin siquiera saber lo que significaba ser milenarista. Es decir el Quiliasmo del señor Cerinto, que es el condenado como milenarismo, incluye que todos los que pasemos a ese reino de Cristo tendremos un harén de mujeres, de lo mejorcito; en el sentido de lo que hoy entendemos por los musulmanes ¿no? Cuando son mártires de la revolución, tendrán arriba no sé cuántas… pues eso es el milenarismo. Es que me parece burdo tratar a Lacunza como Milenarista o a Castellani. ¿Cuándo ellos han hablado de harén de mujeres como Cerinto?
Regresemos a conocer más de Antonio, su camino como hijo de Dios. Respecto de la motivación por conocer el querer de Dios en estas profecías. Tus estudios imagino que no tienen un mero interés intelectual… ¿Cuál crees tú es la misión que Dios te ha dado y que motiva estas investigaciones?
Mi primer interés es a los 18 años, hace 45 años. Como tú has dicho, yo no he sufrido un proceso de conversión. Yo he sufrido un proceso de formación, de maduración en la fe, de maduración en la oración, de maduración en la vida espiritual.
¿Eres de devociones como el rosario?
Sí, claro. Yo… a mí se me enseñó -como mi formación era del Opus Dei-, a ir a misa todos los días. Y yo llevo yendo a misa todos los días desde los 15 años, así esté de viaje, esté en mi trabajo. ¿Entiendes? Me enseñó en esa formación el Opus Dei a rezar el rosario todos los días y rezo el rosario todos los días como parte de mi vida interior espiritual, que luego se manifiesta en todas estas cosas (refiere a sus estudios sobre Hipótesis Proféticas) y en otras muchas.
¿En tu diálogo íntimo con Dios has tenido la claridad de que debías dedicarte a estos estudios? ¿Estoy expresándolo bien?
Sí, sí, pero…
¿Una suerte de llamado de Dios a dedicarte en esto?
Digo, yo no tengo voces, ni visiones. Cuando yo descubro más todas las ideas que planteo, es cuando estoy delante de la pantalla del ordenador y empiezo a juntar las peras, las manzanas, los limones y digo: ¡Caramba, qué coctel tan interesante!... que me lleva a tres o cuatro cosas. Por eso me gusta hablar de escenarios, escenarios posibles. O sea, yo no planteo ni siquiera inicialmente. Luego ya, la vida va consolidando las cosas. Pero inicialmente yo no soy el que propone una hipótesis por delante. Yo voy juntando cosas, juntando. Y en un momento determinado hay ¡tanta información que se cruza!… de la Sagrada Escritura, de las apariciones marianas, de las ciencias profanas; yo soy un científico profano. De mis... ¿Por qué surgen… por ejemplo me has preguntado antes la Astronomía Sagrada?, que es una de las herramientas dentro de las que…
Voy, voy, voy. Mira, yo, me surge el interés por la Astronomía Sagrada cuando veo las estrellas en el manto de la Virgen de Guadalupe. En ese momento estoy muy interesado por conocer más todo lo que es la Tilma. Porque veo que cuanto más penetro, más profundidad hay. Nada está superfluo en esa Tilma. Entonces digo: tampoco pueden ser superfluas estas estrellas. No me basta la explicación geométrica… Que aquella es tal nombre y aquella es cual nombre, no me basta. Si está ahí, tiene una respuesta para el mensaje que la Virgen de Guadalupe quiere transmitir… tengo que indagar. Y de ahí empiezo a buscar. ¿Dónde? Lo primero que me encuentro son los estudios lingüísticos de una serie de “Champolliones” (término que refiere a quienes con su labor asemejan la tarea que realizó Jean-François Champollion, quien en el s. XIX descifró la escritura jeroglífica) del siglo XIX que ya han hecho esa labor de indagar el significado de los nombres en las culturas antiguas, de las diferentes estrellas. Y a través del significado de los nombres, de la composición de las figuras, de los antiguos planisferios… el primer planisferio es el Planisferio de Dendera, que se lo lleva Napoleón de un templo egipcio al Museo del Louvre y que tiene las mismas figuras que los horóscopos de hoy. Y es anterior a cualesquier horóscopo.
Sí, sí. Hay una serie de astrónomos que un día descubren que la relación entre la posición de las estrellas en el manto y estrellas verdaderas en del firmamento es una relación matemática. Le llaman proyección cartográfica… ahora no me acuerdo el nombre. Pero es una proyección cartográfica. Una ley geométrica. Puedes trasladar cada estrella del manto con una estrella real en el cielo.
¿A esto es lo que se llama conjunción planetaria?
No, no. Una cosa es la posición de las estrellas. La conjunción es cuando un planeta se pone encima de otro planeta o de otra estrella. Hasta aquí estamos hablando sin conjunciones, sin hacer entrar planetas, sólo hablamos de estrellas. Las estrellas son… no se mueven. No se mueven, quiero decir… durante miles de años tienen las mismas distancias entre sí. Eso sí, cada noche, todas dan una vuelta de trescientos sesenta grados sobre nuestras cabezas.
Esta posición de las estrellas del manto de la Guadalupana –Tilma- la has aplicado dentro de tus teorías…
A mí, lo único que me sirve es para decir, son estrellas reales… voy a ir al mundo de la astronomía a intentar saber qué mensaje me dan en la astronomía estas estrellas reales. Porque hay un salmo, el 19, que empieza diciendo que el firmamento narra la gloria de Dios -cosa que olvidan todos estos que me dicen que soy astrólogo-, …y el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche le pasa… sin que hable, sin que resuene su voz; a toda la tierra alcanza su pregón. Digo, ¡ah!, ¡pues si hay un mensaje! ¿Será el del demonio? (ironiza) ¿o será de Dios?, el mensaje. Si narra la gloria de Dios, ¿de quién será ese mensaje?
Es decir, Dios ha escrito mensaje no con letra sino con imágenes. ¿No estamos todos los días acostumbrados a oír las noticias por dos vías? Una la prensa escrita (impresa-digital) otra la televisión. ¿Dan las mismas noticias?, sí, por vías muy distintas.
El hombre cuando peca, no sabe escribir. Le echan del paraíso ¡y no sabe escribir! Se puede perder la promesa, la promesa de un Redentor. Hasta dentro de dos mil quinientos años no va a aparecer el Génesis.
Entonces, ¿qué tiene que hacer Dios para que el hombre recuerde? Pues ya que no tiene la vía escrita, plantea la vía imagen. Cada noche se enciende la televisión del cielo… Voy a agrupar esas estrellas en imágenes.
Además de la Tilma y la inquietud que a ti te nace. También están los Reyes Magos dentro de tu historia de investigaciones como figuras importantes que te motivaron…
Ese know how que Dios pone en el cielo para que el hombre no olvide la promesa, la prueba de que existe no es el Salmo 19. La prueba de que existe es la historia de los Reyes Magos. Porque esos señores desconocían la Sagrada Escritura. Y sin embargo fueron los primeros que llegaron.
Con toda una nación esperando, con todos los libros sagrados, con toda una nación esperando el minuto en que apareciera ese Señor, y resulta que se les escapa a todos. Sin embargo no se pierde para unos señores que viven a mil y pico kilómetros, porque tienen un conocimiento de las estrellas.
¡A ver!, ¡Como empecemos por ahí, tenemos que acabar en otro sitio! Quiero decir yo, la Sagrada Escritura, su texto para mí es literal e histórico. Esa es la primera, según el Papa Pío XII -en su encíclica que ahora mismo no recuerdo- (Encíclica Divino Afflante Spiritu) … el primer sentido de interpretación de la Sagrada Escritura es el literal. Cuando no se puede acudir al literal, entonces vayamos al histórico. Hoy en día, existen las reliquias de los Reyes Magos ¡en la catedral de Colonia! Hay toda una tradición histórica de que esos huesos son de unos señores que –cuenta el Evangelio (que para mí es un libro histórico)- estuvieron aquél día, aquella hora y que preguntaron a un rey que existía –histórico- y que se llamaba Herodes. Entonces… y que finalmente tenían en su mochila unos regalos que encajan con el mensaje de las estrellas, que estaban dando sobre ese niño al que encontraron. Que para mí es un niño histórico, no es un niño de la fe, no es una historia, no es una elaboración mental, es una persona histórica. Entonces, esos Reyes Magos cuando le están ofreciendo incienso, es porque en las estrellas han visto algo que les dice que es Dios, que no es sólo hombre. ¿Qué algo han visto? Han visto la figura de un Centauro, han visto la figura de un Sagitario que es otro centauro. ¿Qué es un centauro? Un centauro es un hombre caballo, dos naturalezas en una persona. Jesucristo son dos naturalezas, la humana y la divina, en una persona. Ellos meten en su mochila el regalo del incienso. Por tanto es congruente.
Saben que aquella persona va a pasar por sufrimientos y por eso meten en su mochila el regalo de la mirra. ¿Quién les ha dicho que aquél niño va a pasar por sufrimientos? La constelación de la cruz del sur, la constelación de víctima, ¡claro!
Y meten en su mochila el regalo del oro. Luego, saben que hay dos venidas. Una para sufrir y otra para vencer y reinar. Y ellos, ¿quién les ha dicho que ese niño es rey? La constelación del rey, la constelación de Cefeo, ¿entiendes? Han aprendido en imágenes.
Vale decir que Dios escribe en el cielo los signos de la primera venida de su Hijo
Toda la revelación de la primera venida de Jesucristo, que luego se escribe con letras en la Sagrada Escritura, está escrita previamente en imágenes por Dios.
¿Y se ha podido probar científicamente que en esa fecha exacta en la que atribuimos que había venido Jesús, existía cierta situación planetaria particular?
Ah claro, yo una de las cosas que he hecho en mi Astronomía Sagrada es descifrar la señal que llamamos Estrella de Belén y comprobar que es una señal astronómica…
No era una supernova entonces, ¿no?
¡Qué va a ser…!
Era una cierta conjunción de planetas nada más
Fue una serie de ocho conjunciones planetarias en un plazo de 427 días que nunca antes se habían dado y que se pueden leer con los simbolismos sagrados en una forma que al final dices… ¡Ha nacido!
¿Y en base a qué estudio científico, astronómico, te basaste para llegar a eso?
Pues hoy en día es muy fácil tener en un ordenador (soporte de hardware y software informático). El mundo de los aficionados a la astronomía es inmenso y muy profesional y tienen cantidad de programas, algunos de ellos open source (libre disposición) en donde los cálculos orbitales y otros, son súper perfectos. Porque todo son leyes cinemáticas, órbitas súper calculadas. Por tanto, hoy en día, saber cómo estaban las estrellas hace dos mil años, para un aficionado de la astronomía, es una cuestión de cinco minutos y de saber manejar un programa de ordenador gratuito.
(Hace un silencio)… Ya está descubierto, ya está explicado. ¡Claro que sí! Estamos en estos días en el proceso de las otras ocho conjunciones, que están narrando el segundo nacimiento. La pequeña diferencia entre la primera señal que identificaron los (Reyes) Magos y la que ya he identificado y que está puesta en uno de mis videos que se llama Señal de Primicias… la única diferencia es que en dos de esas ocho conjunciones se sustituye el planeta Júpiter que significa el Mesías, por el planeta Venus que significa la Virgen. Es decir, en esta segunda venida tiene mucha más importancia la Virgen, para lo que nace; que en la primera que tenía más importancia el Mesías, para lo que vamos a ver.
Para que nos entendamos, porque Portaluz lo leemos más legos que doctos, ¿Dices que estamos en los tiempos de la segunda venida? ¿Estás afirmando fechas?
Por supuesto y no sólo las estoy afirmando, sino que le estoy dando la probabilidad matemática de que en ellas ocurra la venida del Señor. Porque con la Astronomía tenemos una ventaja que no se tiene con la Astrología. Con la Astrología cuando te dan una predicción sobre el horóscopo de tu amor, no le puedes pedir que me lo digan con el sesenta por ciento de probabilidad.
Pero con la Astronomía Sagrada, que usa las matemáticas, usa los verdaderos movimientos de los planetas, sí que puedo saber con qué probabilidad esta señal se va a poder volver a repetir en un plazo semejante. Y la probabilidad, con la que yo he encontrado que va a ser la fecha de aparición de los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra, es diez elevado a menos dieciocho. Lo cual significa que necesitaría diez elevado a dieciocho días para que se repitiera esa señal. Diez elevado a dieciocho días no existen en toda la Creación. Hace quince mil millones de años que empezó esta historia, esta Creación. En quince mil millones de años sólo hay diez elevado a once días. Necesitaría un millón de Creaciones para que se volviera a repetir la señal que yo he encontrado de la próxima venida del Señor, de la aparición de los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra.
¿Y esa señal tiene que ver con algo que se diga en el libro del Apocalipsis?
Por supuesto. ¡El primero que lo dice es el Señor!... Habrá señales en el Sol, la Luna y las estrellas. Que yo lo leo de este modo (lo que ya antes ha dicho). Si los teólogos no llamáis a los astrónomos para entender cuándo va a venir Nuestro Señor, nunca lo sabréis. ¿Y los teólogos tú los has oído llamar alguna vez en su ayuda a los astrónomos?, nunca. ¿Les has oído hablar, llamar en su ayuda a los geólogos para interpretar profecías del Apocalipsis?, nunca. ¿¡Cómo van a entender, cómo van a hablar, cómo van a predicar!?
Antonio, en concreto…
Dime.
¿Diez años más, veinte años más…?
¡Ah no!, ¡Pero mucho más concreto que eso! Te digo la fecha que aparece de todas estas cosas (con la probabilidad que te acabo de decir de diez elevado a menos dieciocho): 27 de marzo 2021. Casualmente Sábado Santo. ¿Recuerdas los ritos del Sábado…?
No. Vamos a ver, la venida de Nuestro Señor Jesucristo no es: un día no vino, al otro día vino. Un día es café y al día siguiente leche, no. La primera venida de Nuestro Señor Jesucristo no fue así. La primera venida de Nuestro Señor Jesucristo duró treinta y cuatro años, desde el día que empezó a aparecer hasta el día en que ocurrió Pentecostés. Ahora sabemos, porque lo dice el Señor, que la Segunda venida será como el rayo que aparece por oriente y se irá por occidente. No va a durar 34 años; pero tampoco va a ser un día, y otro día.
A poco que analizas la Sagrada Escritura te encuentras que hay no menos de nueve hechos, diez hechos, absolutamente en relación con la Segunda Venida. Y todos ellos son una sucesión temporal. Cuando lo analizas son seis meses y medio; de los cuales Jesucristo es seguro que al menos estará sesenta días dentro de ellos. Es decir, cuando tú me dices esa fecha -que te acabo de decir- ¿es la de la venida del Señor? Yo te digo: es la del último de los hechos que marca el proceso de la Segunda Venida de Nuestro Señor. Ese último de los hechos, igual que el último de los hechos de la Primera Venida fue la Pentecostés… el último de los hechos es la segunda Pentecostés. La Segunda Pentecostés es la aparición de Nuevos Cielos y Nueva Tierra, con todos los dones y todas las cosas que marcan el Reino Eucarístico de Jesucristo, y eso es el 27 de marzo de 2021. Por tanto…
Por tanto, ya este año en que estamos al corriente ¿estarían ocurriendo también otros eventos que preparan?
¡Ah claro! Este año va a ser… ¡No va a terminar como el año anterior! Este año va a cambiar la conciencia de la tierra. Vamos a ver, ¡para que veas cómo va a cambiar la mentalidad de la tierra! Seis bombas atómicas estallar(án), ¡seis bombas atómicas! ¿Eso te parece a ti que va a cambiar la mentalidad de la gente?
¿Creemos que eso nos puede ocurrir? Yo te digo, va a ocurrir seis veces a partir de julio de este año. Pero eso va a ser una tontería comparado con la primera catástrofe astronómica que vamos a ver en la historia y que va a llevar en mi opinión unos mil millones de muertos. Y eso va a ocurrir en el 2016. Empiezan los dolores de parto.
¿Se cohesiona esto de alguna forma con este año de la misericordia, de conversión, al que ha llamado Papa Francisco?
Hace tres años yo subí un video a internet que se llamaba: El aviso. Era el número seis creo, o siete, de laserie Astronomía Sagrada. De los primeros que ahora tiene miles de visitas. En aquél video yo contaba en detalle esta catástrofe astronómica, que en el Apocalipsis se llama sexto sello del Apocalipsis, que empieza diciendo: El Sol se puso negro. Otra vez vuelvo a decir: como los teólogos no llamen en su ayuda a los astrónomos están perdidos. Y contaba esa catástrofe y decía que según las señales de las estrellas, etcétera, de mi hipótesis concluía que esto ocurriría el 13 de noviembre del 2016. Ese video lo subí hace tres años.
Hace año y medio, en marzo del año pasado, el Papa decide la declaración del Año de la Misericordia. El Año de la Misericordia se cierra en todas las catedrales del mundo el día 13 de noviembre del 2016.
¿Después de la misericordia qué viene?, la justicia. ¿Sabes lo que dice la Sagrada Escritura en el sexto sello del Apocalipsis al final?: los hombres se dieron cuenta y decían ‘ha llegado el día de la ira’. Yo no sé si es que el Papa se puso de acuerdo conmigo o fue el Espíritu Santo el que iluminó a uno y al otro. Casualmente los dos hemos concluido en la misma fecha.
Antonio, al fiel católico normalmente se le enseña que la Sagrada Escritura debe ser leída e interpretada con la ayuda del Espíritu Santo y bajo la guía del Magisterio de la Iglesia… Lo que tú nos planteas son tus hipótesis pero, ¿ellas tienen base en el Magisterio o al menos han sido validadas por alguna autoridad oficial de la Iglesia Católica?
A ver. Por supuesto que en las hipótesis entra el Magisterio de la Iglesia. ¡Solo eso faltaba! Que es la interpretación primera y primaria de la Sagrada Escritura. ¡Sólo eso faltaba! Si traemos aquí a la Sagrada Escritura como la trajo Lutero, pues entonces no me vale de nada.
Como tú has dicho, yo tengo formación católica, soy católico y no discuto en ese sentido ¿Vale? Entonces, otra cosa es que el Magisterio de la Iglesia analice propuestas teológicas, filosóficas, morales, ¡lo que tú quieras! y llegue a una conclusión. Entonces, el Magisterio de la Iglesia se toma su tiempo para cualquiera de estas cosas. Sólo para decir si una aparición es de la Virgen o no, como Fátima, pasaron más de cincuenta años. Entonces, afortunadamente San Pablo dijo que para estos casos en donde -lo que yo llamo el sello ISO Nueve mil de Credibilidad que le aporta la Iglesia a las apariciones marianas- (bromea), pues para no tener que esperar cincuenta años en poder empezar a vivir los consejos de la Virgen de Fátima tal como los cinco primeros sábados, como la devoción al Corazón Inmaculado de María, etcétera… pues san Pablo dice examinadlo todo y quedaros con lo bueno. Y así no tenéis que esperar al certificado. Porque el certificado puede tardar mucho.
¿Algún obispo se ha interesado, ha querido conversar contigo sobre todos estos temas?
Hoy por hoy todavía no. Pero sí sé que a muchos obispos y cardenales se les ha hecho llegar, se les ha preguntado, etcétera. Puedo decir que mi primer libro “Reflexiones al hilo del Apocalipsis”, publicado en 1999 con todas estas ideas básicas -no voy a decir con la Astronomía Sagrada que en ese momento no estaba-, pero con las mismas ideas interpretativas de la Sagrada Escritura, tiene el Nihil Obstat y el Imprimatur de la diócesis en la que vivo, Madrid.
¿Cómo te defines, investigador o profeta?
No, profeta no. El profeta es una persona que inspirada por Dios…
Pero tú trazas profecías
Yo soy un estudioso. Me defino como un estudioso.
Pero trazas profecías
(Estudioso) de las profecías. Yo llego a conclusiones o si quieres, llego a escenarios posibles y fundamentados, que son las hipótesis. La hipótesis es un concepto que puede mejorar. Mañana aparece un nuevo dato, una nueva interpretación, una nueva definición del Magisterio, se incorpora a la hipótesis, se mueve por aquí o por allá, para ver cómo queda entonces de nuevo el escenario.
Es que yo creo que ponerse a hacer el magisterio de la hipótesis es peligroso, igual que no se hace el magisterio de la profecía. Hay apariciones marianas como Medjugorje que no se han aprobado porque existen diez secretos y claro, ¿cómo vas a bendecir un secreto antes de saberlo? Pues es lógico que no esté aprobado, en mi opinión.
Además. Pues con la hipótesis pasa igual. ¿Qué vas a hacer si mañana aparece un nuevo dato y la hipótesis…? Mira, hoy en día con el software ocurre una cosa: versión 1.0, versión 1.1, versión 1.2, versión 1.3. Pues las hipótesis son así. Entonces ¿qué vas a hacer? ¿Le aplicas el Magisterio? ¿A qué versión? Y la versión siguiente qué.
No. Este tipo de planteamientos son muy clericales. Yo no soy clerical, mi mundo no es el clerical. Mi mundo es el mundo científico. Y el mundo científico se maneja con las hipótesis.
Pero también coincidimos –y lo acogías- de que hay una misión a la cual Dios te ha llamado. ¿Por qué comunicar esto?
A ver. Mmmm. Yo, como te he dicho, he sido formado en el Opus Dei. En el Opus Dei nos enseñan a tener alma sacerdotal y mentalidad laica. Eso es lo que dijo San José María, el fundador. Entonces, yo no debo pedir permiso a nadie para hacer apostolado. ¿Con qué voy a hacer apostolado? Con lo que es mi vida, con lo que es mi know how, con lo que son mis cosas. ¡Yo no pretendo ir más lejos! ¡Yo no pretendo establecer doctrina de la Iglesia con mi apostolado!
¿Pretendes que la gente se salve?
¡Exactamente! Yo les ayudo a que lo que ya tenemos: Sagrada Escritura, Magisterio, Catecismo, lo que sea, les mueva en su vida a conversión; a través de un género tan completo que se llama el género profético, que tiene más de un tercio de la Sagrada Escritura. Si quitáramos ahora mismo las profecías reducíamos la Sagrada Escritura a la mitad. Entonces, ¿por qué no se predica sobre profecías? Pues resulta que mi apostolado cubre ese flanco. Deberían estar agradecidos los obispos de que haya alguien que venga por ahí, con un know how, que cubre el flanco.
Recientemente has sido cuestionado en una columna de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas argumentándose que tu “Astronomía Sagrada”, tu propuesta es (comillas) “astrología y milenarismo con ropaje cristiano” (cierre de comillas). ¿Qué respondes a esa descalificación directa?
Como tú dices, eso es un adjetivo calificativo. Eso no es ningún dictamen, de nada. ¿Dónde está el apoyo de ese adjetivo calificativo en ese propio artículo? Simplemente digo, ¿Sabe ese señor la diferencia entre astronomía y astrología? ¿La ha definido antes en el artículo para decir la diferencia que hay entre ambas cosas? ¿Ese señor sabe la diferencia entre adivinación y profecía? ¿No se da cuenta que los dos temas tratan sobre el futuro y sin embargo son muy diferentes en su origen? En un caso, la profecía, es bendecida por Dios, mientras que en otro caso la adivinación es condenada por Dios. Las dos cosas pueden tener por soporte los astros. Dios dice que habrá señales del futuro en las estrellas. En el pasado, la historia de los Reyes Magos muestra que hay señales proféticas en las estrellas. Si ese señor que ha escrito eso, quiere hacer confundir lo que yo he hecho con lo que hace el diablo, que es adivinación, yo le digo: Lo que usted está haciendo es tergiversar la Sagrada Escritura, lo cual es pecado contra el Espíritu Santo; y sabe usted que el pecado contra el Espíritu Santo no se perdona ni esta tierra ni en la otra. Así es que a ese señor así le voy a responder por escrito, el día que esté en mi despacho. Se puede criticar a alguien cuando se tiene fundamentación, pero cuando se va sin definiciones previas, decir eso es sencillamente una simpleza o estupidez y como tal va a ser respondida por escrito en los lugares del mismo eco que él ha utilizado. Así es que no me preocupa en lo más mínimo.
Antonio cuando has llegado a la certeza sobre fechas en que van a ocurrir todos los eventos que nos cuentas, imagino que el estremecimiento espiritual debe ser muy grande. ¿Cómo es tu diálogo con Dios en las horas inmediatamente posteriores?
Pues como sería el tuyo. Cuando tienes una luz que te lleva a un convencimiento, con un encaje que hace click en veintisiete cosas a la vez, el primero que se queda admirado soy yo. El primero que le agradece a Dios haber llegado a esa conclusión sin visiones, sin revelaciones, soy yo. Yo soy el primero que se asombra del cuerpo de doctrina que sale de estas hipótesis.
¿Nunca dudaste de las conclusiones a las que has llegado?
Mira, una vez me dijeron, unos estudiosos: ‘¿Sabe usted?, nos da la impresión de que usted va a tener éxito porque siempre utiliza el mismo modo científico de llegar a sus conclusiones. Usted utiliza siempre como primer elemento de contraste la Palabra de Dios’. Y es verdad, es verdad.
Yo, por qué estoy seguro. Porque mi primer elemento de contraste sobre el que se basa todas las hipótesis, antes de ponerte a estudiar tal o cual fecha, tal o cual plazo, todo surge de la Palabra de Dios. Y en la Palabra de Dios yo confío al cien por cien, porque además si no lo hiciera sería un idiota. Porque ha tenido tantos niveles de éxito en las profecías, que a estas alturas negar que la Palabra de Dios es exacta en las profecías, es ser un idiota.
¿En tu fuero interno, en oración con Dios, no te has sentido llamado a acercarte a Papa Francisco y entregarle todas tus investigaciones?
Vamos a ver, yo creo que las cosas surgen solas. Es decir, si yo precipito situaciones probablemente me equivocaré. Entonces si las cosas que yo digo son de nivel tal que el Papa Francisco debe conocerlas, estoy seguro que la historia, los modos de comunicación de hoy, y tal, harán que el Papa Francisco y yo tengamos ese momento. Pero yo no lo voy a adelantar.
Al cierre, ¿hay algo más que quisieras comentar o mencionar a nuestro lectores?
Que te agradezco mucho que plantees así toda esta entrevista, porque creo que ha llegado el momento de ser descarnados, ser claros. Quiero decir, en este momento tengo más de tres millones de visitantes en Youtube, entonces eso ya, lo quieras o no lo quieras, hace eco en muchas almas. Plantea cosas, plantea conversión en muchas almas. Y la conversión no puede ser sobre bases débiles... porque a mí no sería al que le gustaría que esto se convirtiera en una bola de nieve que nadie lo puede parar y que no llevara dentro la verdad.
Además que está en juego tu propia salvación ¿no?
Entre otras cosas. ¿Te parece poco?