Vivió su pascua Germán Villar, un abogado mexicano, que junto a su esposa Andrea, se dedicaban a auxiliar a jovencitas que habían sido víctimas de trata. Juntos, como fruto del amor de su matrimonio, crearon Fundación Reintegra, al frente de la cual está Madaí Morales, una chiquita maravillosa. Una vida de entrega, una familia de entrega, era como un padre para decenas de chicas.
Cuando estuvimos en México, vimos el amor y el agradecimiento de muchas jovencitas hacia esa familia, que lo dejó todo para ayudarlas.
Los profetas de estos tiempos, aparecen en la multitud, denuncian el horror, y dejan todo para ayudar a aquellos olvidados de la sociedad. Hacer vida el Evangelio.
¿Olvidados de la sociedad? Se olvida a quién se reconoce, a quien se da entidad. Creo las personas víctimas de esclavitud ni siquiera existen, para una gran parte de nuestra sociedad. No están, no se ven, no importan. Por esto son vitales los apóstoles, la fe, el amor, el Evangelio hecho vida en lo concreto.
No estoy triste por Germán. ¡No dudo que estás en paz, amigo mío, no lo dudo ni un instante!
Estoy triste por todas esas jovencitas, que quedaron huérfanas...
¿Quién las acompañará a inscribirse en los colegios para estudiar, ¿Quién irá a los actos? ¿Quién las consolará en medio de la danza de los fantasmas del pasado? ¿Quién será su garantía para el primer trabajo? ¿Quién va a decirles que pueden salir adelante construyendo una vida nueva, que se merecen una vida nueva? ¿Quién les mostrará con su corazón sano y limpio que no todos los hombres consumen prostitución?... Dios se encargará me dice la fe.
Germán, hasta que volvamos a encontrarnos, en medio de tu merecido descanso, ¡No dejes de pedirle a Jesús por tantas jovencitas que hoy te lloran sin consuelo!
¡Hasta pronto amigo mío! Todo mi amor y toda mi admiración.