La afirmación del titular es la principal conclusión del último Informe sobre Libertad Religiosa en el mundo difundido por la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) y que puedes consultar en detalle pulsando aquí.
“En 81 países de los 196 del mundo (algo más del 40%) la libertad religiosa está gravemente mermada o está disminuyendo”, informa Peter Sefton-Williams, Director editorial de AIN. Pero el Informe revela además que en otros 56 países (30% del total) las vulneraciones alcanzan un nivel alto o medio.
Uno de los aspectos que Sefton-Williams ha destacado del Informe, refiere a la violencia que en Occidente padecen quienes profesan una fe religiosa cuando el laicismo les impone que en la práctica abjuren de su fe…
“Mientras la opinión mayoritaria, cada vez más difundida en Occidente, considera directamente que la discriminación basada en la raza, el sexo y la sexualidad es inaceptable, al mismo tiempo, va decreciendo el consenso sobre los derechos de conciencia de quienes tienen una fe religiosa. Cuando se trata de temas como la religión en la escuela, el matrimonio de personas del mismo sexo y la eutanasia especialmente, se observa un conflicto cada vez mayor entre las opiniones religiosas tradicionales y el consenso liberal “progresista”. Mientras la opinión mayoritaria considera que los creyentes deberían, como mínimo, ser libres para practicar su fe en privado, hay cada vez menos acuerdo en hasta qué punto se les debe permitir manifestar esa fe en la sociedad en general. Esto conduce a una tendencia, que parece ir aumentando, de que los derechos de algunos grupos estén por encima de los de otros. En la práctica, esta “jerarquía de derechos” significa que cuando los derechos de los homosexuales o de quienes defienden la igualdad de género entran en conflicto con los derechos de conciencia de quienes profesan una fe religiosa, normalmente se concede prioridad a esos primeros grupos. Por ejemplo, en Reino Unido se ha obligado a las agencias de adopción católicas que se niegan a conceder niños a parejas homosexuales a cambiar sus normas o cerrar. El número de ejemplos de esta tendencia en todo Occidente es incontable.”
Los rostros tras el informe
La decapitación, el exterminio masivo y otros actos de terror son verdades explícitas que el informe considera. Pero también por ser igual de graves, historias como la de Elaine y Jonathan Huguenin dos fotógrafos cristianos demandados en Estados Unidos por negarse a prestar sus servicios en una “ceremonia de compromiso” de una pareja de lesbianas.
Jueces, pastores y sacerdotes presionados -por leyes arbitrarias- a celebrar uniones legales de parejas del mismo sexo; médicos e instituciones de salud obligadas a practicar abortos presionados por sanciones diversas. Centros educativos a quienes se impone una malla de contenidos contraria a su esencia y misión. Países donde las minorías imponen leyes a su medida a las mayorías creyentes. Suma y sigue por todo occidente la violación de libertad religiosa según reseña el informe de AIS.
Paul Jacob Bhatti ex ministro federal de Armonía Nacional y Asuntos de las Minorías en Pakistán quien también ha colaborado en la elaboración del Informe recuerda cómo su hermano fue asesinado por ser fiel a su fe:
“Una lluviosa mañana, la del 2 de marzo de 2011 -comienza narrando Paul-, mi hermano Shahbaz Clement Bhatti, entonces ministro federal de Pakistán para las Minorías, fue asesinado a plena luz del día. Su decisión de acabar con todo tipo de injusticia y de proteger a las comunidades oprimidas y marginadas le costó la vida. Cuando mataron a Shahbaz tuve que elegir entre seguir viviendo en Italia como hasta entonces o recoger el testigo dejado por mi hermano y continuar la tarea que él se había impuesto. Mi conciencia no me permitió tener la más mínima duda; creo que Dios me dirigió para que continúe con su visión y su misión, protegiendo a aquellos cuyos derechos humanos básicos son violados a causa de la discriminación, el extremismo y el odio religioso con demasiada frecuencia.”
Andrés (nombre ficticio a su petición) es un seminarista chino que se prepara para el sacerdocio en Madrid, España. Entrevistado por revista Buena Nueva es testigo de una fe que fundada en Cristo puede vencer sobre toda dificultad y da rumbo a la esperanza. La misma que el Informe de AIN busca.
“…Muchos obispos y sacerdotes hoy día –dice Andrés- están encarcelados por su fe. Entre los años cincuenta y ochenta del siglo pasado muchos han pasado gran parte de su vida en campos de trabajo, encarcelados por ser fieles al Papa, por ser fieles a Cristo. Ellos, con su vida, han dado testimonio de qué es lo más importante; con su actitud nos han dicho que la fe vale más que la vida. Y han muerto en la cárcel, después de muchos años encarcelados. Han muerto diciendo con su vida que la fe es el regalo que nos ha dado el Señor. Hoy día, todavía hay sacerdotes y obispos que con su propia vida están dando testimonio de nuestra fe. Porque esta fe sí que vale la pena vivirla, a pesar de las situaciones difíciles, cueste lo que cueste. Ellos con su vida así nos lo dicen. Conozco a un obispo que antes de ser nombrado obispo estuvo veinte años encarcelado por ser sacerdote. Él prefirió esta situación antes que renegar de Cristo, porque Jesucristo es lo más importante; Él es más fuerte que cualquier dificultad. Ninguna situación es más grande que nuestra fe.”