El envejecimiento y aborto no son factores aislados sino causales en el deterioro demográfico de España (ver artículo). Sus funestas consecuencias para una economía que requiere proyectarse también desde una plataforma social que sea pro natalidad y protectora de la familia, son evidentes para el Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad de España.
Es lo que se desprende del más reciente estudio (“Análisis de los comportamientos socioeconómicos de las familias”) encargado por el Ministerio a la organización “Acción Familiar”.
Una de las más relevantes conclusiones es que en España “ser madre es una causa de discriminación”. Ana Mato, Ministra de la cartera señala que “No es sólo el hecho de ser mujer lo que genera desigualdades, muchas de ellas se enfrentan además a una segunda desigualdad que tiene su origen en la maternidad. Tener hijos no solo es un coste monetario importante, sino también y sobre todo un coste de oportunidad para las mujeres, que asumen en solitario o con su pareja, pero de cuyos resultados se beneficia toda la sociedad”.
El estudio del Ministerio deja en evidencia la catástrofe que para ese país europeo ha significado la imposición de políticas laicistas hoy promovidas como benéficas por grupos pro aborto y pro gay en Hispanoamérica.
Acción Familiar concluye que “resulta imprescindible la puesta en marcha de un Plan de Familia con dos objetivos prioritarios: el reconocimiento y valoración de la familia como institución necesaria para la estabilidad y cohesión social y para un crecimiento económico sostenido; y el apoyo a la familia en el cumplimiento y desarrollo de sus funciones –educativa, reproductiva, socializadora, de solidaridad inter generacional, etc.–, de las que se beneficia toda la sociedad”.