El Licenciado en Física, Sr. Adolfo Orozco Torres, destacado académico e investigador de la Universidad de Anáuac en México, ha publicado hace pocas semanas un valioso reportaje en la Revista El Pensador que impacta por la transparencia y certeza de sus argumentos. Pero también porque al exponer sobre quizás “la” reliquia más importante del mundo cristiano, permite al lector rozar desde la razón el misterio de la Fe, impactando emotivamente su espiritualidad.
 
Orozco expone al detalle todos los argumentos científicos y análisis más recientes, realizados sobre la Tela (SIndone) guardada en la Catedral San Juan Bautista de Turín, que la tradición afirma envolvió el cuerpo de Jesús.
 
Luego de una extensa descripción de estudios y análisis que reproducimos en su totalidad (ver acceso al final), el físico es categórico en una de sus principales conclusiones…
 
“¿A quién envolvió este lienzo? La razón, no la fe, nos dice que a Jesús de Nazareth”.
 
La abundancia y precisión de los estudios científicos realizados sobre la Sindone de Turin es tal que el escultor Juan Manuel Miñarro, sirviéndose también de programas informáticos, proyectó en escultura el cuerpo del hombre que estuvo envuelto en la Sabana referida…
 

 
Esta realística e impactante obra, junto a los antecedentes que Orozco expone, acompaña hoy la exposición de la Sábana Santa cuando es llevada a otros países.
 
La Síndone
 
La “Sábana Santa”, es una tela de lino que mide 4.40m de largo por 1.10m de ancho, que, de acuerdo a la tradición cristiana, es el lienzo en que fue envuelto el cuerpo muerto de Jesús de Nazaret cuando fue depositado en la tumba, después de bajarlo de la Cruz.
 
Sobre ella el científico es honesto al señalar que no todos estuvieron ni estaban de acuerdo en la veracidad de la referida tela y la historia asociada. “La Síndone –señala- ha sido acusada en varias ocasiones de ser un fraude, una superchería, que, en el mejor de los casos, pretende mañosamente exaltar la piedad popular con la mejor intención de acercar a los creyentes a Dios”.
 
Precisamente el extenso y documentado reportaje de Orozco viene a despejar desde la razón todas las dudas…
 
La prueba de Carbono 14. Verdad, fragilidad y conclusión
 
El 13 de octubre de 1988 el mundo se enteraba que los tres estudios con prueba de Carbono 14 realizados sobre 9 centímetros cuadrados cortados de la Sindone de Turín indicaban que su origen debía situarse entre 1260 y 1390. Por tanto no podría corresponder al lienzo mortuorio de Cristo.
 
El Dr. E. Hall, miembro de uno de los equipos de estudio no pudo evitar esbozar una sonrisa, cuando ese día dijo a los periodistas… “Después de este resultado seguir creyendo en la Sábana Santa es como creer que la Tierra es plana”.
 
Lo interesante de la ciencia es que evoluciona y así el tiempo ha permitido conocer no sólo las fragilidades de la prueba carbono 14, sus errores en el estudio de la Sindone y el consiguiente exabrupto de Hall, sino que además el aporte de otros estudios científicos ha enriquecido los argumentos, permitiendo a Orozco desmentir a Hall. Al menos respecto de la Sindone.
 
Argumentos probados por la ciencia y la tecnología

La Síndone de Turín ha sido sometida a estudios forenses, de anatomía, fisiología, técnicas de fluorescencia ultravioleta, informes hematológicos, químicos, de la arqueología, informes de criminólogos, de Palinología (ref. polen), expertos en fotografía, prueba Carbono 14, técnicas de radiación lumínica, entre muchos otros. Varios de ellos además, sometidos al arbitraje científico de terceros.
 
Para Orozco y una extensa comunidad de científicos y estudios citados en su exposición, varios de ellos no católicos e incluso alguno agnóstico, el conjunto de estudios permite establecer una “coherencia “ entre la Síndone y las citas del evangelio sobre la pasión y muerte de Jesús.
 
En resumen la publicación del Físico Mexicano, con base en los estudios referidos, resumidamente concluye que:
 
La Síndone guardada en Turín proviene de la región de Jerusalén, es del tiempo en que vivió Jesús de Nazareth y el cuerpo que en ella estuvo envuelto es de un hombre que padeció lo que en los textos de los evangelios se señala que Jesús experimentó en su Pasión y Muerte.
 
Pero no sólo eso, que ya es bastante. Además los estudios expuestos por Orozco, señalan que la impresión corporal en la tela encierra interrogantes que la ciencia no puede responder, pues son para ella de origen desconocido…
 
Vea el reportaje completo:
 
Formato online de Periódico Portaluz que reproduce publicación de Revista El Pensador


Formato de acceso a PDF de Revista El Pensador (vaya a página 40)

 
Compartir en:

Portaluz te recomenienda

Recibe

Cada día en tu correo

Quiero mi Newsletter

Lo más leído hoy