Desde Sydney (Australia), la catequista Caroline Fisher, afirma que escribir su exitoso libro para niños le ha ayudado a difundir el mensaje del amor verdadero, compartiendo la teología del cuerpo de san Juan Pablo II, algo “demasiado bueno”, apunta, como como para guardárselo.
 
Esta madre de tres hijos, explica que su libro ilustrado, “Jesus Had a Body Like Me: A Theology of the Body for Babies and Little Ones” (Jesús tenía un cuerpo como yo: una teología del cuerpo para chicos y niños pequeños), está dirigido no sólo a los niños, sino también a quienes les leen.
 
Le apasiona compartir con los lectores que cada uno de ellos es un regalo, que cada alma es sagrada y que, para alimentar verdaderamente el cuerpo, hay que alimentar también el espíritu interior.
 
Dios no comete errores, y cada uno de nosotros es importante para Dios y ha sido maravillosamente hecho a su imagen y semejanza para un propósito que sólo nosotros podemos cumplir, y nadie más”, declaró al portal The Catholic Weekly la catequista.
 
“Si la gente supiera esto y entendiera las razones detrás de lo que la Iglesia Católica nos dice sobre qué hacer y qué no hacer, no veríamos los niveles de suicidio, desesperación y desesperanza que estamos viendo en nuestra sociedad. Los adolescentes en particular necesitan saber esto, y nunca es demasiado pronto para que conecten los distintos aspectos”.
 
Ilustrado por Kama Towcik, el libro se basa en las enseñanzas de la Teología del Cuerpo de San Juan Pablo II y aspira a comunicar el mensaje del sacrificio amoroso de Dios a los niños y a los lectores más jóvenes.
 
“Es una llamada a amar y ser amado”, afirma la autora Caroline Fisher, así como un esfuerzo por sumergir a los niños en lo que es “bueno, verdadero y bello” de una forma sencilla y atractiva.


 
“Jesus Had a Body Like Me” también comparte las alegrías naturales que supone experimentar los sentidos, ser hombre o mujer y poder identificarse con Jesús o con su madre, María.
 
A la pregunta de si también esperaba contrarrestar los mensajes confusos sobre la sexualidad y la identidad de género a los que se enfrentan los jóvenes, Caroline Fisher respondió con un “sí” rotundo: “Quería definir cómo es el verdadero amor, que implica un don de sí mismo, de sacrificio. Si podemos tener claridad sobre lo que es el amor y el propósito de nuestro cuerpo y la sexualidad, entonces podemos ser mucho más claros y enteros en nuestra respuesta al amor, en amar a Dios y a los demás”.
 
Caroline Fisher dio un salto de fe al producir y publicar el libro ella misma, pero ha dado sus frutos en una “respuesta increíble” de quienes lo compran a través de Amazon. “Los mejores comentarios han sido de los adultos que, tras leer el libro a sus hijos, dicen que les ha ayudado a redescubrir su fe”, dijo la catequista.


Fuente: Catholic Weekly

 
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