El acto blasfemo y agresivo hacia la fe cristiana y los creyentes ocurrido en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos Paris 2024, al parecer no es ya un hecho aislado. Tras unas débiles excusas por lo acontecido -"nunca hubo intención de faltar el respeto"-, expresadas por la portavoz del acto inaugural, Anne Deschamps, ahora es el Comitpe Olímpico quien las emprende contra los deportistas que pudieren mostrar en público su fe. Una evidente persecución.
Así lo ha vivido la joven de 16 años Rayssa Leal, medallista de bronce en la categoría skateboarding, quien mientras era premiada y usando lenguaje de señas dijo: "Jesús es el camino, la verdad y la vida". Poco después su expresión de fe fue sancionada por el Comité Olímpico Internacional.
El Organismo argumentó que su comportamiento era "inaceptable y digno de castigo". Seguidamente se emitió un comunicado en el que instaba que los deportistas deban "centrarse más en el deporte".
Pero esta acción represiva de la fe había comenzado antes del inicio de Paris 2024. De hecho, la participación en los Juegos Olímpicos del surfista brasileño João Chianca estuvo en peligro, debido a motivos religiosos. Al respecto, en una publicación de Instagram ahora eliminada, el atleta admitió que dos semanas antes de los Juegos Olímpicos, se le había ordenado retirar la imagen del Cristo Redentor, el símbolo de Río de Janeiro, de su tabla de surf. "Cristo es una figura religiosa" y "los juegos tienen reglas estrictas y se centran en la neutralidad total"... así es como se justificó la decisión.
Respuesta en el ámbito judicial
En respuesta a estas agresiones la Fundación Española de Abogados Cristianos ha presentado una denuncia contra Francia ante la Comisión Europea y la ONU el acto blasfemo hacia la fe cristiana ocurrido en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos Paris 2024, protagonizado por un grupo de drag queens.
En la denuncia ante las autoridades europeas se defiende que el espectáculo vulneró varios artículos de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. En concreto, se refiere al artículo 10, referido a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión: el 21, que versa sobre el derecho a la no discriminación y el 22, que protege la diversidad cultural, religiosa y lingüística.
Asimismo, Abogados Cristianos ha presentado ante la sede del Comité Olímpico Internacional en Suiza las más de 100.000 firmas recogidas en apenas unas horas pidiendo sanciones para los organizadores de los Juegos de París.
Para Polonia Castellanos, presidenta de la entidad jurídica española, “si el ataque contra los cristianos sin precedentes que tuvo lugar en los Juegos Olímpicos de Francia no tiene consecuencias y no se sanciona a los responsables, nos exponemos a que se vuelva a repetir en los próximos Juegos Olímpicos y en cualquier ocasión”, según se recoge en un comunicado remitido a los medios.
Castellanos subraya como conclusión: "hay que poner freno, antes de que sea tarde, al aumento de la cristianofobia en Europa".
Fuentes: ACI, Aleteia y Agencias