Los trastornos del sueño, que afectan a niños y adultos, han experimentado un notable incremento en la última década. Precisamente considerando su expansión y prevalencia en todos los grupos sociales, el gobierno de los Estados Unidos -en informe de su organismo Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC)- ha calificado como una epidemia de salud pública el “no dormir lo necesario”.
Son más de 100 los trastornos del sueño y la vigilia tales como: problemas para conciliar el sueño y permanecer dormido (insomnio), problemas para mantener un horario regular de sueño (problema con el ritmo del sueño), comportamientos inusuales durante el sueño, sonambulismo o terrores nocturnos, entre otras categorías que refiere la bibliografía especializada.
Los profesionales de la salud suelen identificar una multiplicidad de factores (ambientales o del propio individuo relacionados con su salud física y/o mental) entre las causas que desencadenan estos trastornos.
Sin embargo -atendiendo a las verdades de la fe- la causa podría ser en algunos casos de origen sobrenatural. Vale decir, considerando la realidad espiritual de la existencia, en particular la acción deliberada y agresiva de los “ángeles caídos” contra los seres humanos. Al respecto abundan los testimonios en la Sagrada Escritura, biografías de santas y santos, referencias de expertos en demonología, entre otros.
En esta entrevista de Portaluz con la psicóloga clínica Andrea Rincón (en imagen adjunta), esta profesional colombiana de la salud propone puentes para enriquecer la comprensión de estos trastornos que afectan a millones en el mundo.
Son aquellas alteraciones del sueño que no permiten a la persona cumplir sus 8 horas continuas (promedio) de sueño, alterando cíclicamente el reposo de la persona, y generando entonces consecuencias orgánicas y psicológicas a lo largo del día.
¿Cuáles son los habituales?
El más frecuente es el insomnio…: insomnio de conciliación, que es la dificultad para quedarse dormido; insomnio intermitente, que es el más difícil de llevar porque la persona en el transcurso de la noche se despierta muchas veces…; e insomnio del despertar temprano, cuando las personas pueden conciliar, pero a las tres, cuatro de la mañana se despiertan y no pueden volver a quedarse dormidas.
También están las pesadillas, el sonambulismo, el trastorno del cerebro que no descansa cuando la persona sigue soñando en lo que tiene que hacer.
Y dentro de los trastornos modernos, por así decirlo, de las últimas décadas, está el insomnio por la tecnología. La luz de las pantallas (televisores, celulares, notebooks, tablets), incide en que las personas no puedan conciliar; o el hecho de dormir con aparatos electrónicos dentro de la habitación provoca que las personas -sobre todo los menores de edad- tengan más dificultad para dormir.
También está el (trastorno del sueño por) bruxismo, (por) problemas respiratorios… apneas durante el sueño, (por el síndrome de) piernas inquietas, que según las estadísticas va en aumento.
¿Qué revelan estas investigaciones estadísticas?
Ya el año 2008 en Estados Unidos se estableció que sobre el 50% de los adultos padecen trastornos de insomnio. Y durante el presente año 2018 el Hospital Vithas Nisa Rey de España, reveló que el 22 % de su consulta pediátrica está relacionada con insomnio relacionado con el uso de tecnología. Estamos hablando que en una década hubo un gran salto a nivel de trastornos del sueño.
¿Desde temprana edad el ser humano podría empezar a padecer estos trastornos?
Ya se ha demostrado que es desde la infancia… (incluso) algunos lactantes les cuesta conciliar, son muy inquietos, muy ansiosos, que lloran mucho… tienen dificultad para conciliar y mantener el sueño en la noche.
¿La fe es un factor protector ante estos trastornos del sueño?
Todos los seres humanos podemos desarrollar trastornos del sueño y todos los seres humanos hemos tenido en algún momento una pesadilla, dificultad para conciliar el sueño o un problema de insomnio dentro de un período…
Pero la fe permite a las personas experimentar una seguridad externa a ellos vinculados a un ser superior; desarrollando así una motivación y una autoestima interna que les permite evolucionar en la vida. Con esta creencia la persona tiene la convicción de ir avanzando progresivamente; (pues) lo que no puede resolver hoy, a través de la persistencia de la fe sabe que lo podrá superar mañana o más adelante.
Ya alrededor del 1900 William James, uno de los grandes teóricos de la psicología, comprobó los efectos terapéuticos (benéficos) que tiene la fe en la vida de las personas. En las décadas siguientes diferentes estudios han podido comprobar cómo las prácticas religiosas benefician a las personas. Cuando la persona cree en un ser superior, tiene una práctica religiosa, tiene a este ser superior -Dios- como sustento de su vida, tendrá más facilidad para adaptarse, sentirse protegido y apoyado.
¿En su experiencia como psicóloga clínica ha conocido casos de personas cuyo trastorno nocturno del sueño sea por causas de índole espiritual más que por lo ya descrito en esta entrevista?
Sí… definitivamente. ¿Cuál sería la diferencia? En que cuando es (por causa de) un ataque espiritual las personas habiendo tenido los mejores tratamientos psiquiátricos, habiendo recibido la mejor terapia, su trastorno del sueño no es curado y se mantiene o apenas se minimiza… Cuando es de índole espiritual la persona así tenga un tratamiento (terapéutico y farmacológico) seguirá padeciendo este ataque en el sueño e incluso estando despiertos la persona podría percibir que por ejemplo se le sientan en la cama, escucha sonidos, (etcétera)… Sacerdotes con experiencia en liberación podrán entonces confirmar a la persona que eso no es un problema psicológico sino un ataque espiritual.
Para la iglesia católica es real la existencia de seres espirituales, así como la acción de Satanás y sus demonios; en su labor profesional ¿ha podido constatar directamente esta acción de seres espirituales en sus pacientes?
Sí… y es algo que se desarrolla clínicamente a través del tiempo. Uno va desarrollando esa experticia en este ámbito espiritual. Cuando llegan estos casos yo remito a los pacientes donde un sacerdote exorcista o con conocimiento de liberación, porque cuando es de tipo espiritual no habrá psicólogo que le pueda curar… ¿Cómo se puede constatar eso? Uno es que la persona aparece con agresiones físicas, por ejemplo se levanta golpeado, arañado; que tiene la sensación de algo que se le sube encima del pecho durante la noche y no lo deja mover; que la persona tiene sueños premonitorios, por ejemplo sueña que algo malo va a pasar y le sucede. Estas son condiciones más de tipo espiritual; o son esos terrores nocturnos que aparecen después de ciertas prácticas, como haber asistido a una fiesta de Halloween por ejemplo, después de haber practicado tabla ouija, después de haber traído varios objetos de brujería a la casa;… hay mujeres que dicen que durante mucho tiempo sienten que alguien las ha violado en el sueño y no solo sienten la parte sexual sino tienen otras sensaciones, esto es muy frecuente y no hay un tratamiento psicológico ni un medicamento para que la persona se le quite esto porque en realidad es una presencia espiritual que requiere ayuda de un sacerdote exorcista o con experiencia en liberación.
¿Además de remitirlos directamente hacia los sacerdotes da otras recomendaciones cuando sus pacientes padecen esto?
Son todas las prácticas espirituales. Si son católicos recordarles que el primer exorcismo es la confesión, que ese lo pueden hacer las personas con cualquier sacerdote, pueden hacer una muy buena confesión de vida. Muchos sacerdotes después en la absolución oran diciendo a la persona… te desato de todo y de todos los pecados que has olvidado confesar. Entonces la primera liberación es la confesión, también tener la práctica religiosa de pedir ayuda espiritual, que es ir de visita al Santísimo, la conciencia de la oración, encomendarse a los arcángeles, porque muchos podemos recibir ataques espirituales y no somos conscientes de ello. La única protección que verdaderamente tenemos en el mundo clara y real es el sustento y la protección de Dios en la vida.