Beijing (AsiaNews) – En China, las autoridades del gobierno comunista le confiscaron tres acres de tierra cultivada con soja a un campesino cristiano pobre. Antes las quejas del hombre, un funcionario de gobierno respondió: “Si osas seguir protestando, te despellejo vivo”. Es lo que denuncia China Aid, organización no gubernamental que monitorea la situación de los fieles en China.
Bai Fengju, el cultivador directo, confirmó el robo de los terrenos: según le dijeron, éstos serán utilizados para construir un templo budista en Nanyang, provincia de Henan.
Antes la marcha atrás del gobierno, el campesino consideró que el caso estaba cerrado. Pero las autoridades pagaron a un grupo de “rufianes” locales que ingresaron nuevamente en su propiedad para destruir los campos y alzar los muros de la nueva construcción. Cuando Bai se dirigió al lugar, un funcionario le dijo: “ve a tu casa y quédate en tu habitación. Iré a buscarte y te despellejaré”.
Según China Aid, se trata del enésimo episodio de persecución a los cristianos, “fenómeno que está en curso” en el país. El grupo cita a un miembro de la iglesia Huoshi –en la provincia central de Guizhou- para describir la situación. Según la fuente, en efecto, existiría un documento que da cuenta de la decisión gubernamental de tener a los cristianos en la mira.
Al inicio, explica “pensaba que esto era una directiva a nivel municipal. Pero en el documento se explica que detrás de la decisión hay órganos del Estado a nivel provincial e incluso de mayor jerarquía. No se trata de casos puntuales: hay un gran plan detrás de todo esto, y nuestra iglesia es, simplemente, parte de este plan”. Según el documento, habría además un “centro de comando y control” que funcionaría centralizando el ejercicio de la violencia y la comisión de injusticias en perjuicio de los cristianos.