San Alberto Hurtado -siguiendo el modelo evangélico de la viuda que dio todo lo que tenía- invitaba a “dar hasta que duela”. Este podría ser el principio ético al que la iglesia chilena está invitando a políticos y empresarios, en voz del vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Monseñor Alejandro Goic.

No debería sorprender que la Iglesia chilena plantee este desafío precisamente a pocos días que el Banco Central de Chile realizara una fuerte rebaja en la proyección de crecimiento de la economía chilena. De hecho Monseñor Goic viene alertando desde el año 2007 que Chile “es un país poco equitativo. Pocos ganan  mucho y muchos ganan poco”.  La observación del obispo se ajusta a la realidad, porque a pesar del sombrío panorama establecido por el Banco Central, las mega empresas mantienen altas ganancias… Así lo informó por ejemplo este 31 de marzo la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras de Chile, destacando que la banca chilena obtuvo  ganancias durante el mes de febrero pasado superiores en un 74% (272 mil millones de pesos), respecto al mes anterior.
 
Las declaraciones del obispo chileno son parte de una entrevista que en su edición de abril 2016 presenta “Encuentro”, periódico del Arzobispado de Santiago; y han tenido inmediata repercusión de apoyo ciudadano en redes sociales, luego que fueran difundidas por diarios y cadenas de televisión del país sudamericano.
 
La Iglesia chilena históricamente ha venido advirtiendo al mundo empresarial y político los riesgos a que toda la sociedad se puede ver expuesta de no otorgar a las personas lo que en justicia les corresponde…“El problema de fondo en este país –puntualiza al respecto Monseñor Goic- es cómo superamos esta codicia que existe y cómo somos capaces de comprender que para que haya una sociedad  tranquila, en paz y justa, tenemos que ser una sociedad más distributiva de los bienes. Si yo soy empresario y a mi empresa le va bien, ¿por qué le va bien? Porque tengo trabajadores responsables y profesionales, gente que contribuye al desarrollo de mi empresa”.
 
El obispo Goic no esquiva responder en la entrevista respecto de la responsabilidad que a la propia Iglesia podría caberle para sanar este modelo de injusticia que se ha enquistado hoy en el mundo:

“Sin duda lo que nos ha pasado nos ha hecho perder cierta credibilidad, y la única manera para recuperar eso es siendo coherentes… los que estamos constituidos en autoridades -en cualquier campo en que estemos- necesitamos que nuestra vida íntima, nuestra vida privada, nuestra vida familiar y nuestra vida social, sean las mismas. La gente no acepta el doble estándar, si yo soy honrado tengo que hacerlo en toda mi vida. Es bueno que nos exijan ser coherentes”.


Durante la mañana de este 1 de abril el señor cardenal arzobispo de Santiago Monseñor Ricardo Ezzati respondió las consultas de diversos medios de comunicación respecto a los pronunciamientos de  monseñor Alejandro Goic:  "Es una idea que viene de la Doctrina social de la Iglesia. Nosotros no somos expertos en economía, pero tenemos siempre un contacto muy directo con la gente y sabemos que quienes reciben el sueldo mínimo, la preocupación que tienen es mantener a su familia y estamos acompañando este proceso con la reflexión que la doctrina social ofrece y al mismo tiempo palpando la realidad de tanta gente. Me sucede muy a menudo, caminando por la calle frente a un supermercado, que algunas ancianas me detengan y me digan: aquí va todo lo que ha sido mi sueldo de este mes. Eso no es digno de las personas. En un país tan desarrollado como Chile, necesitamos equilibrar nuestras entradas para que todos puedan tener acceso a una vida digna".


 
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