Una familia fuerte y hogares estables son sinónimos de prosperidad y salud para un país. Y esto repercute en el ámbito sociológico, pero también en el económico -destacan desde Religión en Libertad-, algo que los expertos en la materia y la clase política no tienen hoy demasiado en cuenta.
La palabra economía procede del griego “oikonomia”, que significa “administración del hogar”, pero en el presente los economistas frecuentemente descuidan los vínculos que existen entre la estructura familiar del hogar y el bienestar macroeconómico de las naciones.
En el libro Unequal Family Lives, el profesor de Economía Joseph Price, y Bradford Wilcox, investigador principal del Institute for Family Studies (IFS) analizan la asociación entre la estructura familiar y el crecimiento económico global.
Matrimonio, hijos, estabilidad y prosperidad
Según recoge Mercatornet, señlan desde REL, estos dos expertos aseguran en el libro que “un matrimonio estable es importante en parte porque permite a las parejas tomar decisiones a lo largo del tiempo que maximizan la prosperidad económica de su unidad familiar. Las personas casadas estables tienen incentivos para invertir en su matrimonio y beneficiarse de la especialización y las economías de escala; sus hogares también tienden a ganar y ahorrar más que sus compañeros que están solteros o divorciados”.
Ambos expertos defienden los beneficios económicos para un país del matrimonio asegurando que cuantos más hijos nacen y crecen en familias estables con padre y madre la sociedad experimenta un mayor crecimiento económico.
¿Cómo lo justifican? Para ello, utilizaron estadísticas de matrimonio, datos históricos sobre los niños y datos del Producto Interno Bruto (PIB) de más de 90 países entre 1968 y 2014. Y hallaron una relación positiva.
Familias estables aumentan el PIB per cápita
“Por cada aumento de 13 puntos porcentuales en la proporción de adultos casados hubo un aumento del 8% en el PIB per cápita, teniendo en cuenta los distintos factores sociodemográficos. Del mismo modo, el aumento de 13 puntos porcentuales en la proporción de niños que viven en familias con los dos padres se asocia con un aumento del 16% en el PIB per cápita, teniendo en cuenta aspectos como la educación, urbanización, edad, tamaño de la población y otros factores”, escriben.
Tanto Price como Wilcox llegan a la conclusión de que existe “un vínculo claro entre la estructura familiar y el crecimiento económico”.
Pero la pregunta que muchos pueden hacerse es por qué las familias casadas que tienen padre y madre aumentan la riqueza de las naciones. Según estos investigadores, hay tres mecanismos específicos que explican esta conexión:
1. Fomenta el ahorro familiar
2. Disminuye la delincuencia
3. Mejora el éxito académico de los niños.
Ahorro del hogar
Mayor seguridad
Con respecto a este segundo punto, tanto Price como Wilcox constatan que las comunidades más seguras son las más prósperas analizando la conexión que existe entre las familias con los padres en casa y los delitos violentos.
Hay muchos estudios que demuestran que el matrimonio y las familias estables ayudan a reducir los crímenes por un lado porque desalienta a la participación de los hombres en actividades delictivas, y por otro porque reduce el riesgo de que los niños caigan en la delincuencia como adolescentes o adultos jóvenes.
Datos estadísticos sobre los vecindarios de Estados Unidos y Canadá muestran también la asociación entre más familias casadas y estables y menos delitos.
Mejor educación
Otra forma en la que las familias pueden ayudar a un mayor crecimiento económico de su país es aumentar el “capital humano” para los niños. Según estos investigadores, “los niños pueden beneficiarse de mayores niveles de tiempo, dinero y estabilidad que se encuentran en las familias con los dos padres, en comparación con las familias monoparentales”. Esto se traduce en mejores resultados educativos y por ende un mayor éxito profesional en el futuro.
En Estados Unidos hay amplias investigaciones sobre el éxito académico de los niños de familias con los dos progenitores. Éstos tienen más probabilidades de graduarse en la escuela secundaria, obtener un título universitario y obtener un buen trabajo como adultos que los niños niños de familias monoparentales.
Pero no sólo en Estados Unidos, Wilcox y Price aseguran que en países como Suecia, Singapur o Indonesia los niños de hogares monoparentales tienen “al menos un 70% más de probabilidades de repetir curso en comparación con sus compañeros de familias biparentales”.
Como conclusión a sus análisis, los dos autores del libro aseguran que aunque sus resultados “no pueden probar de manera definitiva que la estructura familiar tenga un impacto causal en el crecimiento económico” pero “por lo menos, los patrones documentados en este documento sugieren que las familias más fuertes, las tasas de ahorro más altas en los hogares, la delincuencia y un mayor crecimiento económico pueden agruparse de maneras que se refuercen mutuamente”.