Cada cierto tiempo diversos medios de comunicación ofrecemos a nuestros lectores testimonios de musulmanes que se han convertido al catolicismo gracias a encuentros -incluso extraordinarios- con los santos, la Virgen María o el mismo Cristo. Sin embargo, en algunos países dar el paso de abrazar la fe católica les puede costar la propia vida.

 

Una de estas conversiones es la de Charbel, su nombre ya como cristiano, un musulmán sunita del Líbano que fue bautizado en 2017, quien llegó a la Iglesia por mediación de la Virgen María, y que ha entregado su vida a Dios siendo parte de una comunidad religiosa contemplativa, en un monasterio cercano a Beirut.

 

La voz del cielo durante el Ramadán

 

Este converso recuerda que el primer hecho extraordinario se produjo durante el mes del Ramadán. Mientras caminaba por Beirut después de las oraciones de la mañana en la mezquita, escuchó una voz del cielo que pronunciaba unas palabras que nunca había oído: «Gloria a Jesús, el Hijo único de Dios, y gloria a la Virgen María, la Madre de Dios».

 

Charbel, que creció en un barrio sunita de Beirut y no conocía a ningún cristiano con quien compartir aquella experiencia tan impresionante, señala en una entrevista difundida por el National Catholic Register: "Esto fue impactante para mí".

 

«No tengas miedo»

 

 

Luego, dice, en la Nochebuena de aquel año y mientras estaba estudiando en su casa, tuvo una visión. "Vi a la Virgen María por primera vez frente a mí, y Ella me dijo: «No tengas miedo, sigue buscando, estoy contigo». Todo lo que sé decir es que fue la cosa más hermosa que he visto en mi vida. Desde el momento en que la vi, sentí paz en mi corazón. Me sentí como si estuviera en casa", afirma Charbel.

 

Recuerda que luego de estos acontecimientos, durante un tiempo intentó conocer a cristianos a través de las redes sociales, pero entre el miedo y la desconfianza al final no tuvo éxito.

 

Pero esta no sería la última vez que vería a la Virgen María. Volvería a ocurrir precisamente en la víspera de la Navidad durante los siguientes tres años. "Ella siempre me dijo las mismas exactas palabras", señala.

 

Su conversión y bautismo

 

Fue entonces, después de la última visión, cuando Charbel se lanzó a intentar establecer vínculo con algún cristiano. Y lo encontró donde menos lo esperaba, en una fiesta. Le contó a ese católico sus visiones de la Virgen, sus inquietudes y le dijo que quería aprender más sobre la fe cristiana. Este nuevo amigo le presentó a un sacerdote, quien le entregó una Biblia y le dio el contacto de 'Juan Pablo', un cristiano convertido del islam y que ha ido acompañando a numerosos musulmanes de Beirut en su camino al catolicismo.

 

Tras reunirse con Juan Pablo empezó a formar parte de un grupo de catequesis y formación cristiana hasta que finalmente fue bautizado en 2017 en la fiesta de la Santa Cruz, ocho meses después de empezar su catecumenado. Eligió el nombre de Charbel -señala- en honor del conocido y amado santo libanés San Charbel. "El día que me bauticé lloré como un bebé durante todo el día: eran lágrimas de alegría, de saberme amado", cuenta este nuevo cristiano. Desde ese momento hasta hoy, Charbel ha sido padrino de dos musulmanes que han seguido sus pasos y se han convertido al catolicismo.

 

Es tal la fuerza de su vínculo con Cristo y la Iglesia, su amor a Dios, que seis meses después de ser bautizado decidió ingresar a un monasterio de vida contemplativa cercano a Beirut. "Algunos de nosotros tenemos que elegir: yo tomé la decisión de saltar del barco al amor eterno y santo. Ahora mi razón para vivir es estar con la persona que amo, Jesús", confidencia.

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