Cada 10 de diciembre es una fecha que hoy -comunicada por medios digitales- bien podría calificarse como un "#Cyberday de salvación". Fue en este día de Adviento, el año 1925, cuando el Niño Jesús y la Virgen de Fátima se aparecieron ante Sor Lucía para confiarle la misión de ofrecer a la humanidad un regalo extraordinario que asegura a todos un lugar en el cielo.
Lúcia de Jesús Rosa dos Santos, fue una de las videntes de la Virgen de Fátima, que con el tiempo sería conocida como Lucía de Fátima o simplemente Sor Lucía. Declarada Venerable por el Papa Francisco el 22 de junio de 2023, tenía 10 años al momento de las apariciones marianas de 1917. Sobrevivió a los otros videntes -san Francisco y Santa Jacinta- por décadas, y falleció a los 97 años.
Aquél 10 de diciembre de 1925 -que no ha perdido actualidad- Sor Lucía, de 18 años, se encontraba sola, orando en su habitación del convento de las Hermanas Doroteas en Pontevedra, España, cuando recibió la visita del Niño Dios y su Madre. Así los narra la propia Sor Lucía en una Carta (Carta de la Hermana Lucía desde Tuy, con fecha 17 de diciembre de 1927, en Memórias da Irmã Lúcia I. 14.ª ed.) difundida desde el portal oficial del Santuario de Fátima en Portugal:
"Se le apareció la Santísima Virgen y, a su lado, suspenso en una nube, un Niño. La Santísima Virgen, poniéndole en el hombro la mano y mostrando, al mismo tiempo, un corazón que tenía en la otra mano, rodeado de espinas.
Al mismo tiempo, dijo el Niño: «Ten pena del Corazón de tu Santísima Virgen que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos en todos los momentos le clavan sin que nadie haga un acto de reparación para eliminarlas»
En seguida dijo la Santísima Virgen: «Mira, hija mía, Mi Corazón rodeado de espinas, que los hombres ingratos, a cada momento, me clavan con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, haz algo por consolarme y di que quienes durante cinco meses, el primer sábado, se confiesen, reciban la sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan 15 minutos de compañía, meditando en los 15 misterios del Rosario con el fin de desagraviarme, yo prometo asistirles en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación de esas almas»".
Al respecto de estos hechos ocurridos en Adviento, el Rector del Santuario de Fátima, padre Carlos Cabecinhas recordó en una Conferencia del año 2022 que "esta devoción fue oficialmente autorizada (por la Iglesia) el día 13 de septiembre de 1939", valorada así, dijo, por ser "un compendio del mensaje de Fátima".