Nacido en 1815, San Juan Bosco era un hombre de extraordinaria inteligencia, carisma y fuerza física; dones que utilizaba exclusivamente para servir a su prójimo en incansables esfuerzos por ganar almas a Dios, especialmente las de niños y jóvenes. Fundó el Oratorio de San Francisco de Sales, escuela-refugio para niños, y en 1859 la educación cristiana de la juventud.
Su estilo de enseñanza era sencillo pero lleno de sabiduría. Presentamos aquí algunos extractos de sus “Memorias Biográficas” difundidas en el portal America Needs Fátima, que él llamaba "medicina" para el alma. La simplicidad y eficacia de estas "prescripciones" nos recuerdan los buenos remedios caseros a la antigua, hechos por nuestras madres y abuelas. Ayudan a jóvenes y viejos por igual.
1.- Que Dios sea tu todo
Dale a Dios la mayor gloria posible y hónrale con toda tu alma. Si tienes un pecado en tu consciencia, remuévelo tan pronto como sea posible haciendo una buena Confesión.
2.- Siervos
Nunca ofendas a nadie. Sobre todo, muéstrate siempre dispuesto a servir a los demás. Sé más exigente contigo mismo que con los demás.
3.- Vivir despiertos
No confíes en quienes no tienen fe en Dios y que no obedecen Sus preceptos. Aquellos que sin escrúpulos ofenden a Dios y que no le dan lo que deberían, tendrán menos escrúpulos para ofenderte a ti e incluso traicionarte cuando les convenga.
4.- Cuidar los bienes recibidos
Si no quieres quedar en la ruina, nunca gastes más de lo que ganas. Debes mantener esto en mente y siempre medir con exactitud tus verdaderas posibilidades.
5.- Humildad en todo
Se humilde. Habla poco de ti y nunca te alabes ante nadie. Aquél que se alaba a sí mismo, incluso si tiene méritos verdaderos, arriesga perder la buena opinión que los demás tengan de él. Aquél que busca solamente alabanzas y honores tiene seguramente una cabeza vacía alimentada únicamente por el viento… no tendrá paz en su alma y será de poco fiar en sus tareas.
6.- Ama tu cruz
Carga tu cruz en tu espalda y tómala tal cual es, grande o pequeña, ya sea de amigos o enemigos y sin importar del tipo de madera de la que esté hecha. El hombre más inteligente y feliz es aquél que, conociendo que está condenado a llevar su cruz toda su vida, de manera voluntaria y resignada acepta la que Dios le ha enviado.
7. Eucaristía
Un consejo para ser feliz: evitar el pecado y frecuentar la Santa Comunión.
Promesa de la felicidad
Don Bosco concluye: "Querido amigo, soy un hombre que ama la alegría y, por tanto, deseo verlo a usted y a todos felices. Si haces lo que te he dicho, tendrás gozo y alegría en el corazón".