En dos ediciones sucesivas, Portaluz acaba de presentar una entrevista al Papa emérito Benedicto XVI donde él expone argumentos y advierte sobre la magia, el ocultismo, la meditación trascendental y también la Yoga; considerándolas contrarias a la doctrina católica y un peligro para la fe de los creyentes.
El ministerio de exorcista que -en unión a su obispo y fidelidad a la Iglesia- desarrolla Escobar desde hace algunos años, unido a las miles de personas que le han solicitado ayuda, dan autoridad a la información que nos entrega.
¿Su experiencia directa con las personas, como sacerdote y exorcista, en qué aspectos corrobora las afirmaciones expuestas por Benedicto XVI en la referida entrevista?
Lo que padecen algunas personas corrobora lo esencial de los dichos del Papa. Quien busca o experimenta esas prácticas, comienza a confundirse en una idea de auto-redención. Es el hombre por el hombre, sacando a Dios de en medio. Porque para esas prácticas, el hombre ya no necesitaría un Dios personal, pues se puede salvar a sí mismo, sin ayuda, sin la presencia de Dios.
Desde que usted fue nombrado exorcista oficial en la diócesis de Rancagua (Chile) en diciembre de 2013, hasta la fecha, ¿cuántas personas han llegado buscando ayuda porque suponían estar afectadas en algún grado por la acción de uno o más demonios?
Después de haberse hecho público, saco la cuenta que son más de dos mil personas. Vienen de distintos lugares del país. También de Argentina, Colombia, España, México, entre otros.
¿Y de ellas, el número total de personas efectivamente vejadas, oprimidas y/o poseídas por el demonio fue de…?
No son más de cien quienes tenían alguna afección espiritual, manifestando una posesión, una opresión o una vejación. No es poca gente. Pero el resto igual tenían algún problema espiritual. Llegan carentes de una explicación racional, sin haber sido acompañados para un buen discernimiento del problema que les aqueja, que les quita la paz. No saben cómo explicarlo. Y cuando la gente no tiene explicaciones racionales, suponen una explicación espiritual. Para algunas personas resulta menos complejo suponer que podrían tener una afección espiritual, que enfrentar una enfermedad; aceptar un diagnóstico de esquizofrenia por ejemplo. Por tanto, como Iglesia acompañamos en el discernimiento a todas estas personas.
Hay distintos caminos para que pueda ocurrir eso. El espiritismo es uno de las más comunes, en sus múltiples expresiones, como el Reiki, la tabla Ouija, Canalizaciones y otras técnicas que han ido desarrollando algunos, para invocar espíritus. Además, en estas más de dos mil entrevistas que he realizado comprobé que la gente siempre parte por la inquietud de saber qué le va a pasar en el mañana. ¿A quiénes son los primeros que acuden?... A los que ven la suerte. Ya sea a través de las cartas, la mano u otros métodos. No hay tampoco una buena formación religiosa, ni doctrinal; esto aumenta la fragilidad y vulnerabilidad de las personas.
Papa Benedicto XVI en la entrevista que publicamos, levanta advertencias para los católicos respecto de la práctica del Yoga. ¿Qué le indica su experiencia al respecto?
El Yoga es hoy presentado como la gran panacea. Le hacen creer a la gente que van a obtener salud, equilibrio interior, paz, armonía, que se van a resolver problemas de estrés o depresión. He recibido personas que habiendo sido instructores de Yoga incluso, empezaron a experimentar en determinado momento de sus vidas una fuerte sensación de vacío interior, un no saber hacia dónde conducir su existencia, una angustia reiterada e intensa. Sorprende que le suceda incluso a instructores de Yoga. Mientras que un camino espiritual, cristiano, bien hecho, con una disciplina espiritual que involucra oración, vida sacramental, donde me pongo en la presencia de Dios, donde salgo de mi yo, de mí mismo, para ir al encuentro con este otro yo que es Dios, con este otro Ser, con el Creador, me genera paz, seguridad, genera equilibrio. La diferencia es que aquí se busca al Dios Trascendente, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible, que se manifestó en su Hijo, Jesucristo, y que nos regala su Espíritu. Cuando alguien se encuentra con Él, todo lo demás es secundario. Pero si yo busco sólo una sanación, una liberación y me olvido de buscar en primer lugar a Dios, me puede pasar lo mismo que a los diez leprosos del Evangelio de san Lucas; no buscaban al Señor, buscaban ser sanados nada más y el único que logra tener un encuentro transformador de todo su ser es el Samaritano, pues vuelve ante el Hijo de Dios a dar gracias.
Padre, concretamente ¿atendió personas afectadas por el demonio debido a que practicaban Yoga?
Aún no posesos, pero sí con algunas afecciones y aflicciones espirituales provocadas por el demonio, en relación con esa práctica.
Son muy variados los casos. Algunos llegan afectados por maleficios, otros porque invocaron espíritus, otros al haber participado del ocultismo en alguna de sus diversas disciplinas ya nombradas… Si hubiera que señalar aspectos comunes entre todos, sería la desesperación, el no saber qué hacer; también el querer manejar las fuerzas de la naturaleza, a favor o en contra. Dominar además, lo futuro y las fuerzas espirituales. Como ya ha señalado el Papa, en referencia a este tema y citando el libro del Génesis, ahí está la tentación de querer ser dioses, escuchando la voz del demonio que sedujo a Eva y Adán diciéndoles: “Coman del fruto porque serán como dioses”. Pues bien, hoy el hombre tiene la fuerte tentación de querer ser como dioses, manejándolo todo, todo.
¿Tiene antecedentes de sectas operando bajo una fachada benéfica como la mostrada por el yoga?
Hay muchas sectas que proliferan en el país. Tienen raíces esotéricas y enganchan a la gente ofreciendo mentiras para lucrar con la indefensión, la necesidad espiritual y de salud de las personas. Es una irresponsabilidad espantosa. Porque cuando tienes ante ti a un ser humano que llega con una depresión profunda, si le metes en la cabeza el tema de los espíritus -en lugar de enviarle con un profesional de la salud mental-, estás cometiendo casi un delito. Porque dejas a la persona en una situación más crítica de la que ya tenía. Si tienes ante ti a un esquizoide o una persona que está al borde de eso y no le envías a un psiquiatra para que trate esa enfermedad, eres culpable. Si tienes a una persona con un problema glandular debes enviarla al endocrinólogo… hay que enviarla a quien compete. Los exorcistas tenemos la capacidad de reconocer cuál es nuestra competencia y cuáles nuestros límites o ámbitos de incompetencia que nos sugieren derivar. Pero algunos profesionales de la salud no aceptan la realidad que atendemos los exorcistas y entonces, no se declaran incompetentes en algunas situaciones. Sienten que tienen la razón en todo y eso es un error. Habla de dogmatismo de la ciencia y escaza humildad.
Papa Benedicto XVI calificó como un peligro para la fe de los fieles el que personas o instituciones católicas faciliten la práctica y enseñanza de la meditación trascendental y el Yoga. ¿Cuál es la realidad al respecto en su país, Chile?
Es preocupante porque hay colegios católicos de renombre que en sus aulas han permitido que a sus alumnos les impartan Yoga. También ocurre en colegios públicos, en Jardines Infantiles incluso. Quien es católico y tiene un hijo estudiando en un colegio público, para que le hagan religión debe firmar un documento donde autoriza dicha formación. Pero resulta que para hacerles Yoga a los niños ni le preguntan a los padres, lo imponen. Me acabo de enterar además que el día 29 de septiembre los diputados chilenos acordaron instaurar un Día Nacional del Yoga, cuyos argumentos involucran un lenguaje casi religioso. Me pregunto si acaso están declarando al Yoga como la religión oficial del estado.
¿En la cárcel donde usted es capellán también han introducido el Yoga?
Sí, junto con el Reiki, la radiestesia, cierta técnica que apunta al control mental. En su momento les advertí que tendríamos problemas en la población penal y así ha ocurrido. Efectivamente desde que comenzaron esas prácticas aumentó la violencia en nuestra cárcel. Teníamos antes suicidios y ahora se le suman homicidios, además de permanentes situaciones de violencia que dejan heridos.