Su propia magia enferma a un curandero y adivino. Fue liberado por Cristo
Lo han expuesto otros testimonios, pero como cada día en los avisos clasificados de los periódicos impresos y digitales se promocionan las bondades de charlatanes u otros 'lobos con piel de oveja', puesto que abundan los libros de autoayuda que se venden en librerías y las sectas arrasan con muchos... continuamos publicando lo que han vivido personas como Mohan Prasad. La experiencia de este hindú fue publicada originalmente por la revista de evangelización “Vachanolsavam", de los misioneros Vicencianos en India.
Mohan Prasad, un curandero y astrólogo titulado era miembro "de toda la vida" del Consejo Indio de Ciencias Astrológicas , que fomenta los beneficios terapéuticos de la astrología védica, adivinación, creencias y hábitos de vida enraizados en los textos sagrados del hinduismo (los Vedas) y que en pleno siglo XXI han invadido occidente.
Nada más iniciar su diálogo Mohan reconoce “haber odiado la religión cristiana con todo mi corazón". Aunque contradictorio con su misión de sanador, estos sentimientos no eran algo que le molestase. “Me consideraba una persona feliz... hasta que una extraña enfermedad cayó sobre mí”.
Una enfermedad fantasmal
Desesperado Mohan probó también tratamientos ayurvédicos, alopáticos y yunani (medicina de origen griego antiguo -"yunani" vendría de "Jonia", jónica- que los árabes extendieron por la India). Pero para mayor desastre, los 'expertos' de estas escuelas todos declaraban que Mohan Prasad no tenía enfermedad alguna. "Pero sin embargo yo estaba inerme, en la cama, no podía ni levantarme sin ayuda y todo el cuerpo me dolía. Cuando mi familia, que dependía de mí, se hundió en el pesar, yo perdí mi equilibrio mental", señala. Y Dios habló
En la sala de los ídolos
La fe cristiana transformó a Mohan y a toda su familia. Lo describe como "una ráfaga de aire fresco". "Supe que Jesús es mi único Señor y Salvador, y experimentamos la verdadera alegría cristiana; hoy Jesús y la Biblia controlan y dirigen mis actividades".
Renuncia al mal
Fue formándose en la Palabra de Dios que comprendió el camino correcto para cambiar su vida: "No acudas a necromantes ni magos, yo soy el Señor tu Dios", leyó en Levítico 19,31. Meditaba uno a uno los versículos que insistían contra la adivinación y la magia: Deuteronomio 4,19; 18,10-13; Levítico 20,27 y muchos más.
"Hice entonces una hoguera con todos mis libros de esas materias. Hoy estoy implicado en el Ministerio de la Palabra en el Santuario Vicenciano de Ambathur, Chennai. Mi lengua, que había cantado mantras e invocaciones sharnam, ahora alaba al Señor y canta aleluya con vigor y entusiasmo", concluye el antiguo curandero y adivino.