No cabe duda de que la cultura japonesa contemporánea ha triunfado a nivel estético. Efectivamente: el estilo de cómic llamado "manga" y su versión audiovisual, el "anime", han conseguido cautivar a medio mundo y han reclutado una legión de aficionados –sobre todo entre la población joven–, que son capaces de dedicar gran parte de su tiempo a consumir sus productos e incluso se esfuerzan por participar en eventos presenciales.
Manga y anime han conseguido unir a Oriente y Occidente en un gusto común, en una moda. Sin embargo, al igual que otros elementos procedentes de las culturas orientales, suelen transmitir valoraciones y principios teóricos que se basan en las cosmovisiones tradicionales de aquellos países, impregnadas de espiritualidad. Por tanto, no es difícil encontrar rastros de doctrinas taoístas o budistas, por citar las más importantes.
Pero lo que llama la atención en los últimos tiempos es el uso de este reclamo –el de los cómics manga y las películas anime– por parte de un grupo esotérico destacado en toda Iberoamérica. ¿De verdad que unos inocentes dibujos pueden ser el gancho proselitista de una secta? Veámoslo.
Una feria y una exposición recientes
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El pasado mes de junio, Ciudad de Guatemala acogió la celebración de la Feria Ghibli, que se publicitó como "un espacio dedicado a este estudio japonés de animación que ha creado a icónicos personajes" y que es considerado "uno de los mejores a nivel mundial", con películas que han alcanzado una elevada recaudación en taquilla. Tuvo lugar durante una jornada. ¿El sitio concreto? La sede de Nueva Acrópolis Centro Histórico, una asociación cultural.
Pero no fue un evento puntual. Como se conoció más tarde, "después del gran éxito de la Feria Ghibli, la asociación cultural Nueva Acrópolis estará realizando la Expo Ghibli, ahora en Quetzaltenango". Así, en esta otra ciudad guatemalteca tuvo lugar en septiembre una muestra que duró dos días, durante los cuales –se leía en la convocatoria– "podrás conocer más de los personajes, su filosofía, significado y relación con la naturaleza". ¿Quién la organizó? Una vez más, Nueva Acrópolis.
El reclamo permanente de la filosofía
Los anuncios de estas actividades no se limitan a lo estético, sino que siempre aparecen subrayados aspectos como el simbolismo o la filosofía. "No te pierdas el mágico y profundo mundo de Ghibli", decía también la publicidad de la Feria del pasado mes de septiembre. No es casualidad: Nueva Acrópolis se presenta ante todo el mundo como una asociación cultural cuyo empeño principal es el estudio de la filosofía.
Sin embargo, tal como ya informaba con detalle un reportaje anterior en Portaluz, tras la fachada de una asociación cultural (debidamente legalizada como tal en los países en los que opera), con un amplio programa de actividades que, además de la filosofía, abarca música, poesía, deporte, artes marciales, voluntariado… se encuentra realmente una secta esotérica descendiente de la Teosofía.
Así pues, nos encontramos ante un grupo con una doble cara –algo muy propio del fenómeno sectario–: por una parte, la cara amable de una entidad que promueve la cultura y valores humanos elevados; por otra parte, un movimiento iniciático, con carácter paramilitar y sentido elitista, lo que ha llevado a incluir a Nueva Acrópolis en documentos oficiales como un colectivo neofascista.
Una actividad proselitista común
El uso del manga y del anime como elementos atrayentes hacia Nueva Acrópolis no se limita a Guatemala, aunque sea en esta nación donde la secta ha convocado los eventos más vistosos. Un análisis exhaustivo de las actividades culturales de este grupo a nivel internacional nos revela una realidad: al menos otros seis países han visto cómo sus sedes de Nueva Acrópolis organizaban conferencias o talleres sobre los dibujos japoneses.
En septiembre, en las mismas fechas en las que se celebraba la exposición de Guatemala, la sede de la secta en la ciudad española de Sabadell acogía la charla "¡Filosofemos juntos! La vida a través del anime". Y ésta era la explicación de la convocatoria: "A través de preguntas y fragmentos de anime, se trata de hacer reflexiones y compartir las ideas profundas que hay tras este género".
Pero, sin movernos de España, nos damos cuenta de que el manga y el anime no son algo novedoso en las actividades de Nueva Acrópolis. Ya en 2017 su sede madrileña (llamada ahora Espacio Victoria) organizó una conferencia titulada "Filosofía en el manga". En la publicidad se afirmaba que, frente al tópico de que "filosofía es el estudio aburrido de una serie de teorías desvinculadas de la vida cotidiana", la charla mostraría que, por el contrario, "la filosofía es el esfuerzo por conocer, por buscarse y entenderse a uno mismo, por intentar comprender el sentido de la vida".
De esta forma, podemos leer cómo "existen algunas historias en cómics y series de anime con gran espíritu filosófico", que afirman aportar "una visión moral, un mensaje al lector o al receptor; incluso beben muchas de sus enseñanzas de la filosofía tradicional". Por eso, el propósito de la actividad era descubrir cómo esos mensajes ocultos "pueden sernos de ayuda en nuestro día a día".
Diversidad de fechas y lugares
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La conferencia "Filosofía en el manga" no sólo tuvo lugar en Madrid en 2017, sino que podríamos hablar de una "gira" por diversos lugares de España. Yendo más atrás en el tiempo, descubrimos que en 2016 se realizó en Valencia, en 2015 en Castellón y en 2013 en Almería. Por otro lado, la sede de Nueva Acrópolis en Sevilla organizó en 2018 una charla titulada "Japón hoy: del samurái al manga". Refiriéndose a ambas muestras de la cultura japonesa, la secta resumía así su contenido: "la mitología, tanto occidental como oriental, el camino de evolución espiritual del discípulo y del héroe, nos habla directamente y nos da pautas acertadas de conducta moral".
Pero Nueva Acrópolis no sólo tiene una presencia significativa en España, el país en el que se afincó y murió su fundador, el argentino Jorge Ángel Livraga Rizzi (1930-1991), y en el que habitó su sucesora, la recientemente fallecida Delia Steinberg Guzmán (1943-2023). Se presenta como una asociación internacional… y lo es. Especialmente en los países que conforman Hispanoamérica.
En Ecuador, la sede de Nueva Acrópolis en la ciudad de Santo Domingo organizó el pasado mes de julio, en el contexto de su espacio cultural denominado FiloCinema –véase, de nuevo, la insistencia en la filosofía, esta vez unida al cine–, la proyección de una película japonesa de anime, producida precisamente por Studio Ghibli.
Actividades incluso para niños
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El centro de Nueva Acrópolis en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) acogió en 2019 una conferencia titulada "Filosofía del anime". Un año antes, en la ciudad peruana de Ayacucho, se celebró la charla “Filosofía en el anime”, sólo para hombres, con la siguiente publicidad: "¿Por qué razón nos llaman tanto la atención? ¿Es sólo entretenimiento para niños? ¿O es que encierran verdades cubiertas con el velo de la fantasía?"
La realidad de Perú va mucho más allá, pues las sedes de Nueva Acrópolis en el país llevan tiempo organizando cursos de "Manga y dibujos animados" dirigidos a niños entre 7 y 12 años. "Conocerás los primeros pasos en el mundo del anime, aprenderás a dibujar y a reconocer los rostros femenino y masculino. Verás que las emociones lo son todo en los personajes y, por eso, aprenderás a desarrollar cada una de las expresiones básicas", leemos en la convocatoria para la ciudad de Lima del pasado mes de agosto.
También se han realizado actividades semejantes en Chile, como el taller de dibujo estilo manga para principiantes que tuvo lugar en la sede de la secta en Viña del Mar en el año 2020. O en la localidad costarricense de Heredia, donde en 2016 todos los sábados se realizaba un taller de manga en el que participaban adolescentes, como se puede ver en las fotografías que divulgó Nueva Acrópolis.
Pero… mucho más que manga y anime
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La motivación de organizar estas actividades es doble. Por un lado, se trata de dar a algunos jóvenes que han entrado recientemente en la organización la oportunidad de sentirse útiles e importantes hablando en la sede de Nueva Acrópolis de algún tema que les guste, y así ha sucedido en alguna ocasión con el manga y el anime. De esta forma, se afianza su vínculo con la secta, y es posible que acudan otros jóvenes de su entorno a la sede y puedan empezar a participar en sus actividades.
Por otro lado, Nueva Acrópolis –como es normal en el ámbito del esoterismo– aprovecha cualquier contenido cultural para hacer una lectura simbólica desde sus propios presupuestos doctrinales. Y, por la fuerte impronta teosófica de su ideología, tiene una especial fijación con Oriente. Un estilo artístico como el japonés sirve totalmente a su propósito de ofrecer pautas filosóficas y morales desde su cosmovisión esotérica.
Sin embargo, el manga y el anime son sólo uno más de los muchísimos reclamos que emplea la secta para atraer a nuevas personas a sus sedes. Sólo en España, si miramos la programación de actividades en las últimas semanas, podemos encontrar: talleres de mandalas, yoga, escritura creativa, oratoria para jóvenes, autoconocimiento, mediación en conflictos, inteligencia emocional, el significado de los sueños, técnicas de respiración, filosofía para la vida, la muerte y el suicidio, estoicismo moderno, la cultura japonesa, alquimia pedagógica y espiritual, la ley de atracción, tarot y arquetipos, el budismo, símbolos egipcios, iniciación a la astrofísica, plantas medicinales, orientación en la naturaleza...
También vemos conferencias sobre temas de interés como la inteligencia artificial, la robótica, la epigenética o la reencarnación, o sobre figuras relevantes de la talla de Platón, Alejandro Magno, Julio César, Sigmund Freud, Carl G. Jung o Nikola Tesla. Clubes de lectura, tertulias filosóficas, proyección de películas, obras de teatro, recitales poéticos y conciertos. Y llamativas actividades de voluntariado ecológico, consistente en recoger basura en parajes naturales, y otras convocatorias de senderismo o ejercicio físico, como un curioso anuncio de "running deportivo-filosófico" realizado en el conocido Parque del Retiro en Madrid.
Su intención de gobernar el mundo
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Mil y una caras de un movimiento oscuro, que busca convencer a la gente para formar parte de una élite de iniciados, de un grupo de elegidos: los que viven el "ideal acropolitano". Como afirmaba el P. Francisco Sampedro Nieto, destacado experto en sectas de Chile y referente para toda América Latina, Nueva Acrópolis fue fundada por un individuo megalómano, autoritario e impositivo que pretendía una sociedad "gobernada por hombres puros, virtuosos, sabios y fuertes". Es obvio: los dirigentes de la secta.
Sampedro explicaba que se trata de un grupo panteísta, que hace "un sincretismo de diversas doctrinas filosóficas y religiosas" y que "critica al cristianismo". En cuanto a lo sociopolítico, sus publicaciones están "defendiendo un sistema piramidal" y "alaban las ideologías dictatoriales".
A la misma conclusión llegaba el P. Julio Elizaga, sacerdote uruguayo experto en sectas, cuando escribió que al asistir a los cursos y conferencias de Nueva Acrópolis "se va asimilando una mentalidad de neto corte fascista". Y citaba uno de los boletines internos del movimiento, donde se decía a los miembros más comprometidos que "llegará el día en que el Cuerpo de Seguridad también será un gran ejército".