Opinión

Ayúdame a acercarme a Ti, Señor

por Néstor Mora Núñez 03-11-2025
Imagen gentileza de Josh Applegate. Unsplash

El enfermo, en cambio, no logra reconocer a Jesús entre el gentío, y sí en el templo. Y se acercó al Señor. Lo encontró en el templo, en un lugar sagrado, en un lugar santo. 🔹San Agustín. Tratado sobre el Evangelio de San Juan 17, 11🔹

 

En el contexto de la Espiritualidad Católica: Esta frase habla del episodio evangélico en que Cristo cura a un enfermo sin que este sepa quién es el Señor. Nos muestra una poderosa metáfora sobre la sanación espiritual y el lugar del encuentro con Dios.

El enfermo representa a aquellos que sufren, ya sea física, emocional o espiritualmente. El "gentío" simboliza el mundo, con sus distracciones, preocupaciones y superficialidades. En este contexto, la frase nos dice que cuando estamos inmersos en el bullicio de la vida cotidiana, es difícil reconocer la presencia de Jesús. La enfermedad (el sufrimiento) nos ciega a la Verdad y la trascendencia. Sólo tenemos sentidos para sobrevivir a la gran cantidad de estímulos que recibimos. No nos dejan pensar más allá de unas pocas horas por delante.

Las enfermedades sociales que padecemos, la angustia o la dificultad pueden llevarnos a cuestionar nuestras vidas y a buscar algo que nos acerque a un sentido más profundo de nuestra vida. Estamos enfermos espiritualmente y necesitamos a Cristo. El "enfermo" del Evangelio es precisamente aquel que, consciente de su necesidad, busca la sanación en Jesús.

El templo es el espacio sagrado donde Dios espera y se hace presente. Simboliza tanto el lugar físico (una iglesia, un lugar de oración) como nuestro interior. San Pablo nos indicaba que somos templo del Espíritu Santo. Es en este espacio de paz, humildad, silencio, reflexión y conexión con Dios donde el "enfermo" puede finalmente ver a Jesús y reconocerlo. Es un lugar donde la sanación es posible. Porque es posible sanar del aturdimiento en que vivimos. Es posible sanar de la locura cotidiana en la que vivimos.

Para encontrarnos con Cristo debemos alejarnos del "gentío", del ruido y las distracciones del mundo. Necesitamos crear espacios de silencio y soledad en nuestras vidas donde podamos escuchar la voz de Dios. Ese espacio donde encontrar a Dios es el "templo". Un espacio interior donde nos abrimos a la gracia de Dios, donde podemos experimentar la sanación y la transformación. Es un lugar de oración, meditación y contemplación.

Tras reconocer al Señor, el siguiente paso es acercarnos para darle gracias. El enfermo lo encuentra en el lugar propicio: el templo, un lugar apartado y dedicado a la presencia de Dios. San Agustín repite que es un "lugar sagrado, lugar santo" porque desea subrayar la importancia de este espacio para el encuentro con Dios.

Pero no creamos que todo funciona mágicamente. No basta con pasar por el "templo" físicamente como quien visita un museo. Por desgracia, muchos espacios de oración se van convirtiendo en museos. Museos donde miramos sin ser parte de la realidad. Nosotros debemos buscar a Jesús activamente. Debemos orar, leer las Escrituras, participar en la comunidad de fe y abrir nuestros corazones a su amor.

En el contexto de la evangelización digital. En las redes sociales debemos reflexionar sobre los síntomas que padecemos cómo buscar la sanación en nuestra vida espiritual. Muchas personas padecen, sufren, pero no se dan cuenta de la razón de ello: su lejanía de Dios. En las redes podemos mostrar la diferencia entre una vida repleta de vacío que nos acosa o una vida llena de paz, humildad y silencio interior. Como hashtag proponemos: #TeReconozcoSeñor

Preguntas para reflexionar: ¿Estamos buscando soluciones rápidas y superficiales en el "gentío", o estamos buscando la verdadera sanación en el "templo," en la conexión con Dios? ¿En qué "gentío" nos encontramos actualmente? ¿Qué distracciones nos impiden ver a Jesús? ¿Estamos buscando la sanación en el lugar correcto?