Karen Tatiana es una joven colombiana que tardó un buen tiempo en liberarse de las cadenas que la mantuvieron sometida a lo peor de cuanto ofrece este mundo. Bien pronto en su adolescencia descubrió la fiesta -‘la rumba’ como dicen en su país, Colombia-, el alcohol y las drogas. También las relaciones poco convenientes y algunas compañías poco o nada aconsejables.
Un embarazo imprevisto cuando solo tenía 17 años podría haberlo cambiado todo. Pero no fue así. La maternidad, que Karen aun siendo tan joven aceptó y asumió, solo paró por un tiempo su vida desenfrenada.
Era pura lujuria – reconoce Karen en su testimonio – y no veía a Dios por ninguna parte, ni se paraba a pensar en Él. Las heridas que se fueron acumulando llegaron a estar muy profundas.
Karen Tatiana no se siente nada orgullosa de muchas cosas que cuenta con generosa sinceridad en este testimonio para Mater Mundi TV. Pero allí donde abundó el pecado sobreabundó la gracia. Karen es una mujer rescatada por Dios de una vida que parecía ir sin remedio a lo más oscuro.