¿Pena de Muerte terminará de aniquilar las relaciones entre la Iglesia Católica y la administración Trump?
Este 2 de agosto se encontraron cara a cara en una “Mesa Redonda” Ronald J. Tabak, quien preside el Comité sobre Pena de Muerte del Colegio de Abogados de Estados Unidos y el Arzobispo de la Arquidiócesis de Chicago, cardenal Blase J. Cupich.
El pasado 28 de junio el cardenal Cupich ya adelantaba el diálogo sobre esta trascendental materia en su cuenta de Twitter, interpelando: “¿Es el derecho a la vida condicional o incondicional?” .
El No matarás establecido por Dios, señala el derrotero que pueden tomar las relaciones entre la Iglesia católica y la administración Trump cuya defensa implícita de la pena de muerte niega y relativiza de forma explícita el derecho a la vida.
El anuncio del 25 de julio pasado por parte del Departamento de Justicia de que restablecerá la pena de muerte federal por primera vez en 16 años, ha provocado el inmediato rechazo de diversos líderes católicos norteamericanos. "El sistema de pena de muerte de los Estados Unidos es trágicamente defectuoso. Reanudar las ejecuciones federales, especialmente por parte de una administración que se identifica a sí misma como 'pro-vida', es un error y es irresponsable", dijo Krisanne Vaillancourt Murphy, directora ejecutiva de Catholic Mobilizing Network, un grupo que aboga por la justicia restaurativa y por el fin de la pena de muerte.
En la citada “Mesa Redonda” sobre la pena de muerte el cardenal Cupich partió señalando la amplia gama de “injusticias sistémicas” que acarrea la pena de muerte. Entre otras destacó “la clara evidencia de que se ha ejecutado a personas inocentes”.
Recordó asimismo como el Magisterio de los últimos Papas y en particular Papa Francisco han venido “trabajando con determinación” pidiendo la “abolición de la pena de muerte en todo el mundo”. Es así, puntualizó el cardenal, que en su revisión del Catecismo Papa Francisco ha remarcado que la pena de muerte es "inadmisible porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona"
Se equivocan quienes creen que matando a un asesino se reequilibra “la balanza de la justicia”, dijo el cardenal y agregó: “La pena capital sólo continúa el ciclo de violencia y venganza. La trágica verdad es que nada puede restaurar una vida humana”.
Los fieles católicos, por fidelidad a las enseñanzas de Cristo, están llamados a defender la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. “El valor de una vida humana no depende de la calidad de vida, la edad o el valor moral de un individuo debe aplicarse en todos los casos. Porque si protegemos la santidad de la vida para los menos dignos entre nosotros, seguramente testificaremos que es necesario proteger la vida de aquellos que son los más inocentes y los más vulnerables”, remarcó en su intervención el cardenal Cupich.
Accede al texto completo de la intervención del cardenal Cupich (en inglés) pulsando aquí.