La muerte de un hermano le llevó a comprender el valor de los cuidados paliativos
Tras la muerte de su hermano Gerardo, afectado a edad muy joven por un cáncer implacable, en el corazón de Mariana nació un maravilloso sueño que comenzó a tomar forma hace cuatro años: la creación de una asociación de ayuda médica, psicológica y tanatológica para víctimas de dicha enfermedad, especialmente destinada a las personas que menos oportunidad tienen de acceder a este tipo de servicios.
Mariana Hernández cuenta al semanario Desde la Fe que el 20 de marzo de 2013 la familia Hernández Téllez sufrió la dolorosa partida de aquel joven “tan bueno y amoroso”, quien siempre tenía una mano de ayuda para todo aquel que le necesitaba. Ejemplo que la asociación Antes de Partir A.C. intenta seguir desde 2014, año en que fue fundada por ella y por su señora madre, María Eugenia Téllez.
Mariana explica que, desde su creación, la asociación ofrece, en hospitales, domicilios particulares y en sus propias instalaciones, ayuda especializada a través de un creciente grupo multidisciplinario de profesionales, encargados de velar por la calidad de vida de los pacientes -terminales o no- y por el acompañamiento a sus allegados, que muy frecuentemente son invadidos por el desconcierto y la angustia cuando la palabra cáncer aparece en el diccionario familiar.
Acompañando la pascua
Señala que en particular la ayuda en cuidados paliativos suele encerrar cierto grado de dificultad, pues de lo que menos les gusta hablar a las personas es sobre el tema de la muerte, a pesar de que es algo que todos los seres humanos tenemos seguro. “La mayoría de la gente no es consciente de su muerte, lo cual quiere decir que tampoco es consciente de su vida. Debemos formar conciencia en el sentido de que nuestra vida es finita, y asumiendo esta gran verdad, podremos vivir más y mejor”.
La fundadora de Antes de Partir A.C. refiere que muchas veces a los enfermos terminales lo que más les preocupa es el dolor que van a dejar en sus familiares al morir, sin saber que la preocupación de los familiares generalmente va en el mismo sentido: intentan evitar que el paciente se entere de que está por morir para que no sienta preocupación por el dolor que va a dejar en ellos, lo cual hace necesario abordar el tema mediante una ayuda especializada para ambas partes.
Uno de los primeros principios-explica Mariana Hernández- es reconciliar al paciente consigo mismo, para que después pueda reconciliarse con los demás, así como éstos con él; y la vida cobra entonces un distinto matiz.
“Hemos tenido pacientes que jamás habían hallado el sentido de su vida, y es maravilloso ver cómo de pronto lo encuentran en el trecho final de su existencia, al entender que somos seres finitos, y que mientras haya vida siempre hay algo que hacer. Es así como muchos han logrado llevar una vida plena, aun teniendo una enfermedad que lleva la cuenta de sus días”.