El secreto de Joanna y Jedrek para ser padres de 7 hijos, practicar deporte diario, ir al trabajo y ser un matrimonio feliz
Viven en Polonia y no se quejan de estar estresados o porque llegar a fin de mes con sus salarios regulares sea siempre un desafío a la inteligencia. Al conocer a Joanna Wojciechowska y J?drek Wojciechowski es difícil resistirse a la impresión de que cuentan con alguna ayuda extra para mantener su vitalidad en la gestión de los desafíos cotidianos. ¡Y tienen mucho de lo que ocuparse! Siete hijos de distintas edades, un trabajo, su amado deporte -que siempre los ha acompañado-, el servicio en la parroquia y en la comunidad. Joanna dice que "mientras tengan fuerzas, quieren usarlas bien". Además, en las últimas semanas ha habido otra cosa importante en su lista de "cosas por hacer": cuidar del suegro, que se ha mudado con ellos.
Joanna y Jedrek dicen compartir todas las responsabilidades dialogando y estableciendo juntos su modelo de organización familiar. "La base es una buena logística, una jornada planificada y un ritmo diario estructurado. Enseñamos a los niños la independencia adecuada a su edad. Por ejemplo, los niños pequeños intentan vestirse solos, los mayores se preparan el desayuno para ir al colegio. Intentamos que ellos también hagan sus deberes, y si hay algún problema siempre pueden acudir a nosotros. Saben que entre las 17.00 y las 21.00 estamos a su disposición. Y la comunicación constante es muy importante. Cuando algo no funciona, reflexionamos sobre por qué y qué podemos mejorar. Pero mientras haya una conversación y una reflexión sobre un proceso, es bueno y será bueno", dice Joanna.
Aunque hay algo más aparte de la conversación. Algo mucho más importante que pone todo en orden desde dentro, dando vitalidad y armonía. "Nos gusta el dinamismo, pero no vino de la nada, es simplemente gracia. Nos ayuda la oración y establecer una relación personal con Dios. Es absolutamente innegable, somos conscientes de las gracias que vienen de lo alto, que extraemos de la oración. Puedo confirmarlo al 200%: recibimos de arriba fuerza, entusiasmo, aptitudes relacionadas con la buena organización, con la comunicación. Es un regalo que se agradece mucho. Y en situaciones difíciles, cuando las cosas no salen bien, la oración es muy alentadora, da paz y alegría interior por encima de todo", confidencian Jedrek y Joanna.
Lo primero del día es la oración
Sin embargo, no siempre fue así. Antes empezaban el día haciendo deporte. Tienen tanta energía que "tenían que dejarla caer en algún sitio", comenta Joanna. De ahí que entrenaran todo lo que podían y cuando podían. Pero influidos por un retiro en la parroquia familiar de Joanna en Zalesie Górne, decidieron cambiar sus prioridades.
Así relata Joanna aquél giro en 360 grados que dieron a sus vidas: "Antes, solíamos dejar la oración para el final del día, cuando los niños ya dormían y yo estaba tan cansada que me quedaba dormida a los tres minutos. Era muy frustrante. Somos católicos, vamos a la iglesia, y a Dios Nuestro Señor les dábamos algo del tiempo que quedaba. Esa oración era básicamente ninguna oración en absoluto. No me sentía feliz por ello. Entonces decidimos que esto tenía que cambiar. Que no podíamos, por ejemplo, dar prioridad al deporte sobre la oración. Antes era así. Siempre empezábamos el día así. A veces mi marido y yo íbamos a la piscina a las 6 de la mañana, a veces hacíamos ejercicio en casa, a veces corríamos. Me di cuenta de que el deporte era un ídolo. También oí en alguna parte que hay que dar a Dios nuestro mejor tiempo. Para nosotros es el momento de la mañana, inmediatamente después de despertar. Hemos cambiado el orden. Primero es la oración y luego, incluso antes de las 9 am, antes de empezar a trabajar, intentamos encontrar un momento para el deporte. Y somos más felices que antes".
Para poder rezar en paz, Joanna y su marido cuentan que se levantan un poco antes que los niños, entre las 5.50 y las 6.00 de la mañana. "Luego tenemos 15 a 20 minutos para rezar. Lo valoramos mucho. Leemos la palabra del día, tarareamos los salmos en voz baja, tenemos un momento para la oración personal. Y luego puedes lanzarte al día".
Citas deportivas para fortalecer el matrimonio
Aunque el deporte hoy ocupa un lugar ligeramente distinto. ¡A veces también el deporte les permite tener citas matrimoniales! "Me gusta mucho. Siempre salimos a correr por la mañana los sábados y domingos y unas dos veces por semana. Corremos durante 40 minutos, es un tiempo en el que podemos hablar el uno con el otro, ambos lo necesitamos. En primavera y verano vamos en bicicleta. También nos encanta esquiar, el esquí de fondo. Somos una familia muy deportiva", cuenta Joanna.
En definitiva, Joanna y Jedrek son un matrimonio que agradece a Dios todas las fuentes de vida que les regala... "Ahora, por ejemplo, que estamos en una situación nueva rezo, diciendo: 'Dios, dame tal fuerza que de buena gana haga tu voluntad'. Y puedo ver que esto me hace aún más paciente, puedo cuidar de mi suegro, también puedo trabajar en mi gentileza, mi cuidado, la ternura, en una situación como la que tenemos ahora. Esto me construye y me fortalece. Para mí es importante tener una actitud y un enfoque sanos, mantener la normalidad. A esto ayuda también la oración. Da paz interior, sabes que no estás solo, que el Espíritu Santo da la orientación correcta sobre cómo actuar, cómo proceder, y dicho en pocas palabras: cuida de nosotros constantemente".
Fuente: Polska Aletei