El informe de Fides: 18 misioneros asesinados en 2022
En el año 2022, según los datos recogidos por la Agencia Fides (pulse aquí para leer el Informe completo), han sido asesinados en el mundo 18 misioneros: 12 sacerdotes, 1 religioso, 3 religiosas, 1 seminarista y 1 laico.
En cuanto a la distribución continental, el mayor número se ha registrado en África donde han sido asesinados 9 misioneros (7 sacerdotes, 2 religiosas), seguido de América Latina, con 8 misioneros asesinados (4 sacerdotes, 1 religioso, 1 religiosa, 1 seminarista y 1 laico) y por último de Asia, donde ha perdido la vida 1 sacerdote. En los últimos años África y América se alternan en los primeros puestos de esta trágica lista: de 2011 a 2021 durante 8 años América y durante 3 años África (2018, 2019, 2021). De 2001 a 2021, el número total de misioneros asesinados asciende a 526.
La lista anual de Fides, desde hace ya tiempo, no solo se refiere a los misioneros “ad gentes” en sentido estricto, sino que trata de reflejar todos los casos en los que bautizados comprometidos con la vida de la Iglesia han muerto de manera violenta, aunque no sea expresamente “por odio a la fe”.
Por esta razón, prefieren no usar el término “mártires”, - excepto en su significado etimológico de “testigos” -, con el fin de no entrar en el juicio que la Iglesia pueda hacer sobre algunos de ellos. De igual manera en Fides usan el término “misionero” para todos los bautizados, conscientes de que “en virtud del Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se convierte en discípulo misionero. Cada persona bautizada, sea cual sea su función en la Iglesia o conocimiento de la fe, es un sujeto activo de evangelización” (EG 120).
Testigos y misioneros de la vida, con sus vidas, que se ofrecieron hasta el final, totalmente, libremente, por gratitud. Como escribe el Papa Francisco en su Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2022, “a los discípulos se les pide vivir su vida personal en clave de misión. Jesús los envía al mundo no sólo para realizar la misión, sino también y sobre todo para vivir la misión que se les confía; no sólo para dar testimonio, sino también y sobre todo para ser sus testigos... La esencia de la misión es dar testimonio de Cristo, es decir, de su vida, pasión, muerte y resurrección, por amor al Padre y a la humanidad”.