En su parte amarga, la de Pedro es una historia que se ha vuelto cotidiana en miles de hogares. Padres que han dado lo mejor que podían por educar en valores y fe a sus hijos, pero que al paso del tiempo los han visto perder todo rumbo evadidos en las drogas, la delincuencia y desastres peores. Un descalabro de tal magnitud, que en no pocas ocasiones pone en jaque a todo el grupo familiar, generando al interior de sus miembros nuevas crisis.

 

Pero, tal como el propio Pedro lo cuenta en este video, hay algo que puede hacer la diferencia.

 

Se requiere solo una fe sostenida por el amor fiel de una madre y su voluntad para no dejar de orar y pedir a Dios por ese hijo o hija. Aunque pasen los años y parezca que el cielo no escucha, seguir más allá, sin descanso, rogando.

 

Es entonces que la esperanza se vuelve algo concreto, como nos lo confidencia este joven español que agradece a Dios con una frase rotunda: "Doy gracias a Dios, yo estaba muerto en vida".

 

Compartir en:

Portaluz te recomenienda

Recibe

Cada día en tu correo

Quiero mi Newsletter

Lo más leído hoy