En las últimas semanas, el consumo de ayahuasca ha sido un tema muy tratado y discutido en los medios de comunicación de Perú. La razón es que dicha sustancia alucinógena –utilizada de forma tradicional en el contexto chamánico de diversos pueblos originarios del Amazonas pero ahora exportada por la New Age a todo el mundo– ha protagonizado noticias inquietantes.

 

En concreto, el pasado 8 de agosto un autodenominado "centro de desarrollo integral" (uno de los nombres típicos para este tipo de lugares) del departamento de Loreto (Alto Amazonas), en el que se ingiere ayahuasca como parte fundamental de su método de pretendida "sanación", fue el escenario de un crimen: un turista ucraniano bajo los efectos de la sustancia descuartizó a una mujer rusa. Según declaró ante la Justicia, lo hizo "para salvar su alma", pues su compañera de retiro estaría poseída por el mal.

 

 

Ahora mismo el autor del asesinato está en prisión preventiva, y el "centro" clausurado provisionalmente, aunque su director niega haberles dado ayahuasca a la víctima y al agresor. El Ministerio de Salud de Perú, en lugar de advertir sobre los peligros de la sustancia alucinógena, se ha limitado a ofrecer unas recomendaciones sobre el uso seguro de la ayahuasca, llegando a afirmar irresponsablemente que "cuando se utiliza correctamente y en el contexto adecuado, puede ofrecer beneficios en la salud".

 

La sorpresa del "obispo" ayahuasquero

 

 

En este contexto, ciertamente han llamado la atención las declaraciones de alguien que recomienda la ingesta de ayahuasca… vestido en ocasiones con una sotana episcopal. Se llama Jorge Armando Díaz Bartra y se presenta como fundador de una congregación sacerdotal –que analizaremos después– y embajador para la paz.

 

Según leemos en el medio digital peruano Pro y Contra, Díaz Bartra habría tenido "su primer encuentro con esta planta sagrada" cuando tenía 18 años, "mientras trabajaba" -señala la fuente- "en el centro de rehabilitación Takiwasi" –que asegura aplicar la "medicina tradicional indígena" al tratamiento de salud mental y adicciones– en la ciudad de Tarapoto, y lo hizo de la mano de un chamán, llegando a experimentar "efectos físicos y emocionales que le ayudaron a enfrentar problemas personales".

 

En la información publicada se dice que "durante las ceremonias, el obispo experimentó visiones intensas y sensaciones físicas extremas, como dolor en el corazón, que interpretó como una forma de purificación". Todo esto le ayudó a "superar aspectos oscuros de su vida, incluyendo influencias negativas y problemas emocionales", por lo que no duda en subrayar "el potencial terapéutico de la ayahuasca", llegando a considerarla "una herramienta para el crecimiento personal y espiritual".

 

¿Quién es realmente este personaje?

 

 

Con 15.000 seguidores en la red social Facebook, Jorge Armando Díaz Bartra, nacido en Tarapoto en 1972, se presenta como "obispo prelado", fundador y "superior general" de la Fraternidad Sacerdotal San Giorgio, con sede en Lima. En concreto, opera en Puente Piedra, distrito del norte de la capital peruana, donde incluso ha llegado a "bendecir" establecimientos públicos. Por ejemplo, en sus redes sociales muestra vídeos de recientes ceremonias en las puertas de una comisaría o en el interior de un hospital.

 

Aunque remite su estado clerical al año 2012, no consta que haya recibido ningún grado del sacramento del orden en la Iglesia católica, que se ha desmarcado públicamente de su persona y sus actividades. Para aparentar una seriedad de la que carece, en 2023 hasta ha llegado a hacerse imponer las manos por individuos que se arrogan poseer la sucesión apostólica, como el autodenominado "patriarca ortodoxo de las naciones" Nicolás I o el obispo "Nicholas Marius", no reconocidos por las verdaderas Iglesias ortodoxas.

 

Antes, en el año 2021, fue nombrado "monseñor" por otra secta cismática de su país: la Iglesia Católica Apostólica Peruana. Sin embargo, si retrocedemos un poco más en el tiempo, descubrimos que en 2020 decía celebrar la liturgia en la "Catedral Santuario San Judas Tadeo", en el "Oratorio Anglicano Santísima Virgen de la Natividad" y en la "Capilla Anglicana San Martín de Porres", y en aquel entonces no se presentaba como obispo, sino simplemente como "padre". De hecho, aparece en algunas publicaciones de aquel momento como "guía espiritual" de la Iglesia Episcopal Anglicana de Perú (que, a pesar de su nombre, tampoco se trata de una comunidad anglicana legítima).

 

Hemos tenido acceso a documentación más reciente firmada por él donde asegura ser obispo auxiliar y vicario de la Vicaría Apostólica Ortodoxa San Giorgio, que a su vez formaría parte de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa del Perú (ICAOP). En su seno habría fundado en torno al año 2018 la FSSG, que en 2023 fue inscrita legalmente como asociación civil y religiosa sin fines de lucro. Entre sus objetivos estaría el de "acoger a los sacerdotes sin pastores", en una clara estrategia de agrupar a otros personajes semejantes. En algunos lugares hemos visto denominarla "Prelatura Personal San Giorgio" con anterioridad.

 

¿Y es verdadero el título que ostenta de "embajador para la paz"? En su perfil de Facebook el mismo Díaz Bartra muestra el documento que lo acredita, emitido por la Federación para la Paz Universal, el nombre que usa actualmente la Iglesia de Unificación, secta de origen cristiano fundada por el célebre "reverendo Moon", coreano que en el siglo XX aseguró venir a completar la obra redentora de Cristo. Lo curioso es que el diploma, con fecha de 2023, esté firmado por el propio Sun Myung Moon... fallecido en el año 2012.

 

Vínculos con un acusado de abusos a menores

 

 

En 2023, el nombre de Díaz Bartra apareció en los medios de comunicación vinculado a otro falso clérigo que, a su vez, ha sido acusado de graves delitos. El noticiero peruano Latina Noticias informaba en su edición matutina del 14 de mayo de 2023 de que el falso obispo era "amigo" de Juventino de Jesús Espinoza Espinoza, ciudadano ecuatoriano que se presenta como "obispo" de la Iglesia Fundación Ecuménica Jesucristo Misionero.

 

Espinoza, que aparecía en el noticiero televisivo "concelebrando" en actos litúrgicos presididos por Jorge Armando Díaz Bartra, habría estado cuatro años en Perú presentándose como obispo o sacerdote, lo que le permitía tener contacto con menores de edad, de quienes habría abusado, según la Policía Nacional de Perú. A su regreso a Ecuador, fue capturado por las autoridades del país y puesto en prisión preventiva.

 

En la pantalla pudo verse, además, un decreto de consagración episcopal "sub conditione" de Espinoza, un pomposo documento que, tras su apariencia solemne y oficial, no es más que un papel firmado por otro falso obispo, Gerardo Sotomayor, responsable en el norte de Lima de la Iglesia Católica Apostólica Renovada en Perú (ICARPE), una secta cismática de origen católico.

 

Entrevistado para esta ocasión por un periodista de Latina Noticias en la puerta y en el interior de su Pro-Catedral Santuario "Señor de los Milagros", Díaz Bartra se autodefinía como "católico apostólico no romano", y por tanto no sujeto a Roma ni a la Diócesis de Carabayllo, que es la jurisdicción territorial católica a la que pertenece Puente Piedra.

 

Un oscuro pasado en Italia

 

Como si todo esto no fuera suficiente, la investigación sobre el pasado de Jorge Armando Díaz Bartra nos lleva a cruzar el océano Atlántico, ya que antes de la "aparición" de la FSSG, fundada por él mismo en Perú, lo encontramos en Italia. Y lo que trascendió de su paso por aquel país está en la misma línea que hemos visto: la pertenencia a agrupaciones muy sospechosas que simulan ser católicas.

 

Efectivamente: en 2014, el diario Il Resto del Carlino, en un reportaje sobre la Obra de San Miguel Arcángel –un grupo cuyo líder "está excomulgado y utiliza indebidamente títulos eclesiásticos y vestimentas clericales", tal como advirtió la archidiócesis de Bolonia–, cita a Díaz Bartra como "canciller general de la orden" y como responsable de una serie de engaños en torno a la organización, ya que había mentido en público sobre algunas afirmaciones hechas por el medio de comunicación italiano.

 

El gurú de la Obra de San Miguel Arcángel –que se hacía llamar Michel Upmann, aunque su verdadero nombre era Gennaro Senatore– no sólo fue excomulgado por la Iglesia católica, sino que llegó a estar en prisión, acusado de fraude, falsificación y amenazas. En Il Resto del Carlino también leemos que en el contexto de las operaciones policiales "el adjunto del padre Upmann, el padre peruano Jorge Armando Díaz Bartra, fue llevado al cuartel porque se le encontró en posesión de un permiso de residencia falsificado por Senatore".

 

¿Cómo distinguir a un obispo católico verdadero de uno falso?

 

 

En ocasiones es muy fácil distinguir a un falso obispo, ya que utiliza títulos extravagantes y nombres de iglesias o entidades religiosas que no son simplemente la Iglesia católica. A veces se trata de largos nombres donde se yuxtaponen adjetivos como católica, antigua, ortodoxa, oriental, vetero católica, anglicana, episcopal, apostólica, etc. Incluso algunos tienen la delicadeza –como hemos visto– de aclarar que no están en comunión con Roma. Pero lo más habitual es que jueguen a la confusión. Y las apariencias engañan.

 

Lo más seguro es consultar el Anuario Pontificio, que es el libro oficial que publica cada año la Santa Sede con información fidedigna sobre la jerarquía eclesiástica, diócesis por diócesis. Pero, dado que sólo se publica en papel y no hay versión electrónica, no sólo se hace complicado acceder a él, sino también la búsqueda del nombre concreto de un supuesto obispo cuando no se conoce el país al que pertenece o –lo que es más común– juega a la confusión.

 

Por eso, se hace necesario acudir a las páginas web oficiales de las respectivas conferencias episcopales, donde debería haber un elenco actualizado de todos los obispos –residenciales, titulares, auxiliares, eméritos, dimisionarios...– para poder averiguar con facilidad si un nombre concreto está incluido o no.

 

Como hay conferencias episcopales que no publican los listados de sus obispos, a veces se hace difícil comprobar si una persona es realmente lo que dice ser. Para ello, puede servir de mucha ayuda el portal www.catholic-hierarchy.org. No se trata de una web oficial de la Iglesia, sino una iniciativa particular de un católico estadounidense. Sin embargo, proporciona una información cierta y actualizada sobre todos los obispos católicos verdaderos.

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