El profesor Tarcisio Mezzetti, padre de familia, ya abuelo, es un químico prestigioso por sus trabajos en Italia y Estados Unidos. Fue profesor de Química y Toxicología en la Universidad de Perugia. En 1976 experimentó una profunda conversión a la fe cristiana con una especial sensibilidad y capacidad de discernimiento en lo que se refiere a las espiritualidades oscuras y el trato con lo demoníaco. Sobre estos temas ocultos es popular su libro "Como un león rugiente” (Ediciones Elledici).
Mezzetti fundó hace 30 años la Comunidad Magníficat
Se necesita un exorcismo
Mezzetti, que ha estudiado estos temas y tratado con los afectados, es contundente: "El Reiki es una cosa muy peligrosa, quizás la peor de todas en nuestra época, porque se presenta como un medio casi milagroso de curación. Yo he encontrado mucha gente que había hecho Reiki, el primer curso, el segundo curso, y los que después han necesitado un exorcismo para poder ser liberados".
La gente, explica, entra en el reiki de forma gradual... y la doctrina sobre espíritus y "guías" (de otro mundo o plano) se les enseña a partir del tercer nivel. "En el tercer nivel de reiki es cuando los maestros dicen claramente que ese poder ´sanador´ que han recibido les viene de los espíritus de la montaña sagrada del monje Usui. Y a partir de Usui esos poderes han sido transmitidos de una persona a otra hasta hoy. Si en efecto se trata de espíritus, sabemos bien que el espiritismo no se admite en la Iglesia, es un adulterio espiritual. Así que cuando se habla de la práctica de Reiki, habría que subrayar que la razón por la que se tienen poderes, es que se actúa con los espíritus de la montaña sagrada que Usui recibió. Dicho de otra manera, cada vez que alguien pasa por la iniciación del Reiki, esos espíritus de la montaña sagrada le son transmitidos".
Los símbolos invocan los espíritus
Mezzetti recuerda que en Estados Unidos la Conferencia Episcopal ha difundido un documento muy claro contra el Reiki, afirmando que un católico no puede ni practicarlo personalmente, ni recibirlo de otros.
Y los obispos de EEUU especifican: “Ya que la terapia Reiki no es compatible con las enseñanzas cristianas y no tiene ninguna evidencia científica, sería absolutamente inoportuno para las instituciones católicas - como por ejemplo los centros de salud, las casas de retiros espirituales- o personas que representan a la Iglesia, como los capellanes, promover o sostener la terapia Reiki”.
Tarcisio Mezzetti recomienda a quien haya participado en cualquier actividad de reiki que acuda a un exorcista católico, ya desde el primer nivel.
Mezzetti sabe que muchos practicantes de reiki aseguran haberse curado (o haber curado) mediante las prácticas de reiki. Él no niega que se produzcan algunas curaciones pero considera que a medio o largo plazo se verá que son falsas. Algunas por razones "naturales" como el efecto placebo: se creen sanados, y mejoran sus síntomas. Otras por razones sobrenaturales malignas: la brujería, el trato con el demonio, puede curar algo -al menos temporalmente- para lograr él beneficios más adelante. Mezzetti cita a Santo Tomás de Aquino: "Él dice en la Suma Teológica: «Satanás, el que hace el mal, ¡también a veces hace el bien para preparar un mal mayor!»"
Mezzetti recuerda que sí existen curaciones auténticas y permanentes, que están siempre vinculadas a la gracia de Dios… "Si voy a Lourdes, veo a un hombre cuya tibia está rota que entra en el agua de la piscina y cuando le veo salir del agua su hueso se ha soldado…¡Eso el reiki no lo podría hacer jamás! Los milagros que llegan por la acción de Dios son de verdad milagros auténticos. Satanás no puede hacer cosas parecidas", apunta.
Brujos con estampitas de santos
Mezzetti previene además contra los trucos de magos, brujos y supuestos videntes que se hacen pasar por cristianos.
Ante todo la prudencia
"Piénselo: ¿Por qué espera tanto la Iglesia para decir sí o no. ¿Por qué? Porque se conoce el árbol por sus frutos. Cuando se ven los frutos, se puede establecer un juicio. Pero para ello, hace falta una formación cristiana. ¡El pueblo cristiano no ha sido preparado para hacer ese discernimiento y se equivoca gravemente por ignorancia! ¡Eso me causa una pena inmensa!", concluye el prestigioso fundador de la Comunidad Magnificat.