Abrazos de Luz
En la Segunda carta a Timoteo, capitulo 4, versículos 3 al 5, se nos advierte: “Pues vendrá el tiempo en que los hombres no soportaran la sana doctrina, sino que, llevados de sus caprichos, buscaran maestros que les halaguen el oído, se apartaran de la verdad y harán caso de los cuentos. Pero tu estate siempre alerta, soporta con paciencia los sufrimientos, predica el Evangelio, cumple bien con tu trabajo”.
Está de moda entre muchas personas -católicos, algunos de ellos- los llamados “Abrazos de Luz”. Una interacción que -sin mayor discernimiento- se comparte en las redes sociales como algo “bueno”, “lindo”, “tierno” o epítetos semejantes.
Según fuere la circunstancia y el vínculo, el abrazo puede ser una adecuada expresión de amor, solidaridad, comunión o consuelo, un signo de bondad. En este contexto puede ser vehículo idóneo para expresar emociones que sean recibidas como auténticas e incluso reparadoras en algún ámbito psicoespiritual o como refuerzo de validación.
El problema surge cuando esta practica conduce por un camino equivocado, llevando sigilosamente a realizar afirmaciones propias de lo esotérico como: “TRANSFERIR LA ENERGIA COSMICA para aumentar las fuerzas y el TEMPLE COSMICO de cada uno por igual” o “Un abrazo de luz, nace en lo mas profundo de nuestro espíritu, conectando toda nuestra existencia con el producto del amor que vive en nuestro corazón; logrando de esta manera una VIBRACION DE ENERGIA con nuestro ser interior”. “Por eso un abrazo de luz es enviar amor, energía de la más ALTA FRECUENCIA”.
Este lenguaje es no solo esotérico, sino panteísta. No corresponde a la doctrina católica. Dios es “Padre Todopoderoso, creador de todo lo visible y lo invisible”, dice el Credo Niceno Constantinopolitano; y Santo Tomás nos habla en su teología de las cinco vías para demostrar la existencia de Dios: Movimiento, Eficiencia, Contingencia, Grados de perfección y Finalidad. En la primera nos afirma que todo lo que se mueve es movido por otro, pero hay que llegar a un primer motor que no sea movido por nadie, y este es el que todos entienden es DIOS.
Afirmar entonces que la energía es el principio de todo es Panteísmo: una herejía que sostiene que la totalidad del universo es el único Dios, es decir se confunde la obra con el creador; es asimismo lo que proclama hoy esta corriente panteísta a través de los abrazos de luz: como ya lo venían haciendo en el yoga, reiki, medicinas alternativas, etc. Todo lo que pone énfasis en las vibraciones de las creaturas de las cuales obtienen un bien.
Dios es Alguien, es Persona. Tres personas distintas y un solo Dios no mas, (Mt. 28: 19) que me invita a una relación que está fuera de mí. La dinámica de Dios es salir al encuentro, mientras que la maligna dinámica del new age es hundirme en mi yo; engañan afirmando que todo lo puedo resolver yo y de esa manera me cierran a la interacción con el otro; de esa manera se favorece el materialismo individualista de nuestro tiempo, promovido por ideologías ateas, relativistas que ven al ser humano como Algo y no como alguien.
Desde esa perspectiva Dios estaría sobrando, el hombre ya no lo necesita, ahora él es Dios. La soberbia aparece dibujada detrás de todo ese postulado, la Torre de Babel (Gen. 11: 1-9) sería el icono mas representativo de esta corriente. Por cierto, la confusión es lo que sigue a este desastre bíblico que condena al hombre.
Cada vez que el ser humano a lo largo de su historia pretende ocupar el trono de Dios olvidándose de su Creador y de su amor, solo padecerá confusión, muerte y oscuridad. Por lo tanto, es importante informarse, conociendo la Palabra de Dios, el Magisterio y “resistiendo firmes en la fe” como dice San Pedro, porque el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar. (1 Pedro,5: 9)
Dio es amor, donde hay amor ahí esta Dios (1Jn 4, 7-20). Solo amando como Cristo nos amó, podemos entrar en el misterio de Dios y gozar de su visión y de su presencia. Los abrazos son la expresión del amor que Dios me tiene, las bendiciones son las que deseamos en el nombre de Dios que hace buenas todas las cosas en su Hijo Jesucristo, el bien que te deseo es el fruto de la bondad de Dios en mi, el perdón que te concedo responde al amor que Dios me tiene quien perdona mis pecados, pues su misericordia es entrañable e infinita para con nosotros. “Tanto amó Dios al mundo que envió a su único Hijo para que todo aquel que crea en El tenga vida eterna” (Jn 3: 1-36)
Por lo tanto, no te dejes llevar por tus caprichos, permanece alerta porque el demonio también se viste de ángel de luz para confundir. “Y la verdad es que los hijos de este mundo son mas astutos que los hijos de la luz al lidiar con el mundo que los rodea” (Lc. 16,8).
La vida sacramental, la oración permanente centrada en la alabanza a Dios para interceder por nuestros hermanos y el mundo entero, es lo que espera Dios de nosotros. Ni la técnica para la meditación, ni las posturas físicas, ni la lectura de autoayuda, ni los ritos esotéricos, nada de eso podrá apartarme del amor de Dios... porque Cristo su Hijo pagó un alto precio por mi salvación y me abrió las puertas del cielo al divinizar nuestra humanidad y humanizar su divinidad haciéndose uno con nosotros, tomando la naturaleza humana de María Santisima Nuestra Madre. No te dejes confundir.