En la cárcel, Dios no la ha dejado sola. “Aprendí que su voluntad es perfecta”, confidencia Erika en este video

Aunque ha tenido desencuentros y enojos con Dios, hoy Erika O'ggins -recluida en la Penitenciaría Nacional de El Buen Pastor, en Paraguay- reconoce emocionada “que su voluntad es perfecta” y siente su caricia cada vez que puede mirar los ojos de su hijo.