Los homosexuales sí pueden cambiar. En mi experiencia como terapeuta ayudo cada día a hombres y mujeres que quieren salir de la homosexualidad o quieren dejar de sentir atracción hacia personas del mismo sexo. En esto centro todas mis energías en mi práctica diaria.
Sin embargo, muchas personas que desean dejar atrás su homosexualidad o su AMS no dan el paso para entrar en terapia. Muchos no se atreven a dar el paso por vergüenza, otros temen ser descubiertos.
Me gustaría que estas reflexiones que apunto hoy aquí sean una toma de conciencia para todos. Desearía corresponsabilizar a todos de esta realidad porque creo que es una tarea que a todos nos compete.
Clave 1: Comprender la homosexualidad en profundidad.
Conocer las causas de la homosexualidad es el camino más directo para sanear y extirpar los propios prejuicios. No nos gusta hablar de la homosexualidad porque es un tema que hace saltar las alarmas en ciertos ambientes. Nos hace sentir incómodos y nos puede dar incluso un cierto pudor. Cuando queremos evitar un tema que nos "descoloca" tendemos a “meter todo en el mismo saco”. Todo lo que tenga que ver con homosexualidad lo tenemos ya más o menos catalogado.
Hay poca reflexión y poco conocimiento sobre este tema, y corremos el riesgo de asimilar sin ningún reparo todo lo que vamos oyendo, sin diseccionar la información ni hacer distinciones. Todo va al mismo compartimento y una vez ahí lo etiquetamos.
A menudo el tema de la homosexualidad se trata con descarada ligereza, sin la delicadeza que requiere. Fácilmente se hace broma de ello y se rechaza simplemente porque aprendimos en algún momento que la homosexualidad significa vicio, pecado, algo inmoral. Creo que nos falta tomar conciencia de este sufrimiento que está latente y vivo a nuestro alrededor. Es un dolor que se lleva en silencio, no se comparte por vergüenza, pudor, incomprensión, incluso rechazo personal.
¿Cuál es el resultado de toda esta superficialidad? Desgraciadamente, el prejuicio. A mi modo de ver y entender este prejuicio es el gran "escándalo".
Clave 2: Conocer y dar a conocer la terapia de cambio.
En una sociedad tan moderna como la nuestra, ¿cómo es posible que personas que desearían comenzar una terapia de cambio, o terapia reparativa para dejar atrás su AMS no lo hagan?
La transición de la homosexualidad a la heterosexualidad es posible a través de una preparación personal y de la terapia de cambio.
Una preparación personal apoyada en la reflexión. No es el resultado de un impulso o pensamiento pasajero, sino el fruto de la experiencia y de un largo trayecto, de una búsqueda llena de insatisfacciones y lucha interiores con algo de resignación y para algunos, la respuesta a una oración confiada.
La terapia es un proceso guiado en el que detectamos las causas que indujeron a experimentar atracción al mismo sexo y trabajamos sobre éstas de manera ordenada, sistemática y lógica. Yo diría que es la terapia del crecimiento y desarrollo enfocada en áreas que se quedaron "estancadas" o "frenadas" en una edad temprana. Según avanzamos en la terapia se va desvelando la heterosexualidad innata, al igual que la persona aprende cómo gestionarse a sí misma.
Este proceso no es solamente para las personas que por creencias religiosas no quieren vivir así porque choca con su conciencia. La AMS no es un problema espiritual o religioso sino de carácter emocional, afectivo y antropológico.
Clave 3: Contar con las herramientas adecuadas.
Para llevar la terapia a buen término apoyo mi praxis en 3 elementos:
- Una total confidencialidad.
Hay un elemento intrínseco en la homosexualidad que es la vergüenza de ser descubierto, de quedar expuesto a juicios, críticas y rechazos por parte de aquellos que no comprenden el enorme sufrimiento que estas personas viven en su propio silencio y anonimato. Hay mucho miedo a que su mayor vulnerabilidad quede al descubierto. Muchos no dan el paso nunca por miedo a que su identidad sea desvelada, otros dan pequeños pasos con identidades falsas con el fin de no desvelar bajo ninguna circunstancia ningún dato personal. En todos los casos que he tratado hasta ahora, se hace patente lo importante que es esta vulnerabilidad. Es por ello que la terapia la llevo de forma totalmente confidencial. Antes, durante y después.
Al inicio del proceso ambas partes firmamos un contrato de confidencialidad para asegurar la privacidad de la persona y de toda la información que emerja durante el proceso de terapia. Esta información permanece bajo estricta custodia incluso después de dejar la terapia. Soy muy consciente de la importancia que esto tiene y de esta manera trabajo en mis sesiones de terapia, bajo estricta confidencialidad.
- Una atención personalizada
La terapia tiene un proceso y estructura pero a la vez es flexible y siempre personalizada teniendo en cuenta la "identidad única" de cada persona. Es por ello por lo que en mi práctica sigo muy de cerca a cada uno, dentro de unos márgenes lógicos. Cada uno tiene su propia historia, sus necesidades y ritmos de asimilación y progreso. La reflexión y el estudio sobre cada caso se convierten en mi tarea prioritaria.
- Un compromiso personal
La terapia es la respuesta para muchas personas con AMS no deseado pero no todas llegan al compromiso. No es tarea fácil hablar con una persona a la que todavía no conoces sobre aspectos tan personales, saber que enfrentarás tus miedos e inseguridades, pero constato que una vez se da el paso y después de la primera o segunda sesión la serenidad y la confianza crece considerablemente.
El compromiso personal es un acto de la libertad y le toca a la persona la toma de decisiones sobre su vida y cómo quiere vivirla.
Si tienes preguntas, comentarios o estas interesado/a en la terapia puedes ponerte en contacto conmigo en: bloginfo.ams@gmail.com (dirección privada y confidencial).