Noman Masih está acusado de haber compartido caricaturas del profeta Mahoma a través de WhatsApp. Afirma ser inocente.

 

El 1 de junio, el Tribunal de Bahawalpur, en la provincia paquistaní de Punjab, condenó a muerte en la horca por blasfemia a Noman Masih, un joven cristiano anglicano cuya edad, según diversas fuentes, es de 19 o 22 años (un problema frecuente en Pakistán).

 

Noman ha sido declarado culpable de guardar imágenes blasfemas del profeta Mahoma en su teléfono móvil y compartirlas con otras personas a través de WhatsApp. Según sus familiares y su abogado, el relato del fiscal es, sin embargo, contradictorio.

 

La historia comienza el 29 de junio de 2019, cuando Sunny Waqas, que resulta ser primo de Noman, fue detenido en Bahawalnagar, a más de 170 kilómetros de la casa de Noman, y acusado de llevar en su bolso caricaturas impresas del profeta Mahoma con la intención de mostrárselas a otras personas. La policía había recibido un chivatazo de una fuente no revelada.

 

Waqas, que está siendo procesado por separado, declaró a la policía que había recibido las imágenes de su primo Noman a través de WhatsApp y que las había impreso. Esto convirtió a Noman en coacusado en el caso Bahawalnagar, en el que aún no se ha dictado sentencia.

 

El 1 de julio de 2019, la policía de Bahawalpur recibió otra pista confidencial de que encontrarían a Noman en un parque público a las 3:30 de la mañana mostrando las imágenes blasfemas a otras personas desde su teléfono. El FIR (First Information Report) presentado contra Noman afirma que, efectivamente, fue detenido en un parque a las 3:30 de la madrugada, mientras que su familia y sus vecinos declararon que fue arrestado esa misma noche en su casa, donde dormía tranquilamente.

 

La fiscalía no pudo encontrar testigos dispuestos a declarar que Noman hubiera compartido imágenes blasfemas con ellos (como ya se ha dicho, su primo Waqas afirma que sí lo hizo, pero el caso relativo a Waqas se está juzgando por separado).

 

 

La decisión se basa en una pericia forense, que concluyó que las imágenes de Noman estaban en su teléfono móvil y fueron compartidas a través de WhatsApp. El abogado de Noman, sin embargo, observa que el móvil ha estado en posesión de la policía durante casi tres años y puede haber sido fácilmente manipulado.

 

La decisión debe ser confirmada por el Tribunal Superior de Lahore, donde el abogado planea mostrar las contradicciones del fiscal. Mientras tanto, Noman sigue en la cárcel. Puede recibir una segunda condena a muerte en el caso Bahawalnagar, donde será juzgado junto con el primo que le acusó en primer lugar.

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