Célibes, castos y homosexuales. El coraje de una lucha heroica

22 de agosto de 2014

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Para un apostolado que se dedica al acompañamiento y guía de personas que sintiendo atracción por el mismo sexo, optan libremente por vivir la virtud cristiana de la castidad y el celibato, "Courage" (Coraje) es un nombre particularmente apto, por dos razones.

1. En nuestra sociedad, saturada de sexo, se necesita coraje auténtico para decir que uno opta por no satisfacer jamás sus impulsos sexuales, e incluso un coraje (Courage) mayor para vivir sobre la base de tal convicción.

2. Puesto que los activistas homosexuales se vuelven cada vez más agresivos en sus esfuerzos para silenciar a sus oponentes, se necesita coraje, valentía,  para sugerir que una relación sexual con alguien del mismo sexo es una ofensa contra la dignidad humana.

Así “Courage” nada contra una corriente cada vez más poderosa, y le pide a sus miembros hacer lo mismo. El padre Paul Check, director de este apostolado único y necesario, dice que el mayor activo del grupo es su propia composición: los católicos leales que, imperfectos como todos nosotros, luchan por vivir con una debilidad que nuestra cultura popular insiste en retratar como una fuerza.

Hoy Courage no puede ayudar a estas personas involucrándose en polémicas. Lo que este grupo sí hace es concentrarse en la consejería y el diálogo reposado con quienes están dispuestos a escuchar. Aún así, el desafío sigue siendo: ¿Cómo puede un grupo como éste  romper barreras y lograr atraer nuevos miembros?

Courage ha abordado esta cuestión de una manera innovadora y atractiva. Se dieron cuenta  que las historias reales, los testigos, suelen ser más poderosos que los argumentos. Así en la película Desire of the Everlasting Hills (El deseo de las colinas eternas) presentan las historias de tres de sus miembros.

Impacta su ingenio y profesionalismo en la edición; el film  de una hora, es un intento fascinante por ir más allá de las discusiones acaloradas y comenzar una conversación seria. El subtítulo de la película dice al espectador qué puede esperar: "Esperanza en la soledad. Coraje en el tumulto. Gracia donde menos te lo esperabas".

Desire of the Everlasting Hills expone las historias de tres personas -dos hombres y una mujer: Dan, Paul, y Rilene- que tenían relaciones sexuales con personas de su mismo sexo, pero que en un momento determinado optaron por el celibato y la castidad. Se trata de tres personas muy diferentes, de diferentes orígenes, con diferentes carreras. Pero las historias se entrelazan con un hilo común: cada uno eventualmente se dio cuenta de un deseo de algo más, algo más profundo, algo más duradero que el placer sexual. Cada uno descubrió una inquietud interior que sólo podía ser satisfecha por una relación con Dios.

Desire… es a veces sorprendente, a veces triste, a veces incluso cómica, como cuando Pablo, un playboy internacional que tuvo cientos de amantes, cuenta cómo se le desarrolló el hábito de ver a la Madre Angélica en EWTN, ocultando tal hábito a su pareja en un revés de parodia -bajo la forma en que un hombre casado respetable pudo disfrutar en secreto una debilidad por la pornografía-. Pero la característica más notable de la película es la honestidad de estas tres personas, que han expuesto al desnudo sus propias vidas con el fin de ayudar a los demás.

¡Hablando del coraje! Dan, Paul, y Rilene son a veces brutalmente sinceros sobre sus propias debilidades, y para hablar de esto se requiere real fortaleza. Más al punto, cuando entraron en este proyecto sabiendo que sus vidas iban a cambiar como resultado de esta película. Ellos enfrentan la hostilidad feroz de las personas que alguna vez fueron sus amigos. Han hecho entonces un doble sacrificio, entregando privacidad y popularidad, por el bien de un mensaje.

Pero ellos ya habían hecho un sacrificio cuando aceptaron las demandas de la vida cristiana… exigencias cristianas que les obligarían a luchar constantemente contra sus propias inclinaciones. Su mensaje en Desire es que perseverar en tal batalla es posible, e infinitamente gratificante.

Los tres héroes de la película hablan, en algún momento, acerca de un vacío que sentían en momentos en que, según los estándares de sus compañeros, debían haberse sentido perfectamente contentos. Esto, sospecho, podría ser la mayor fortaleza de la película. Alguien que esté luchando con sus propios impulsos homosexuales, al verla podrá reconocer sentimientos cercanos a sí mismo. Dos de los tres, Pablo y Rilene, hablan del inmenso alivio que sentían después de ir a la confesión por primera vez en años. Eso, también, podría llevar a los espectadores -y no sólo los homosexuales- a buscar el mismo bendito alivio.

No hay predicación explícita, en Desire. Los tres personajes principales no condenan a los homosexuales. Por el contrario, hablan positivamente acerca de sus antiguas relaciones, sin hacer ningún intento por negar los beneficios emocionales que recibieron. Incluso después de abrazar el celibato y la castidad, mantuvieron amistad con sus antiguos socios, y de hecho Rilene atendió a su antiguo amante durante su enfermedad final. En cierto sentido esto es loable; uno no quiere que traicionen a viejos amigos y amantes. Pero me pregunto si en este sentido su honestidad podría causar un problema. ¿Podrían algunos jóvenes, viendo Desire, concluir que estas tres personas disfrutaron del mejor de los mundos posibles, sus aventuras de juventud y después se asentaron en una vida de virtud en la edad media, cuando las llamas de la pasión queman un poco menos intensamente?

Aún así, Desire no cae en la trampa que tiene presos a  algunos fieles católicos, quienes buscan presentar la homosexualidad como algo positivo compatible con las enseñanzas de la Iglesia. Dan, Paul, y Rilene no tratan de convencerse a sí mismos, o a los espectadores de la película, que su homosexualidad es de alguna manera un regalo especial. Reconocen su impulso como una fuente de conflicto, con el que tendrán que luchar por el resto de sus vidas. En una de las escenas más conmovedoras de la película, Dan explica que se da cuenta que su vida, involucra sufrimiento, y ha optado por aceptarlo antes que retroceder. Una vez más, coraje.

 

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