¿Días lentos de noticias? Entonces a preocuparse por la salud del Papa

20 de junio de 2014

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Los últimos días se ha sentido una nueva oleada de especulaciones sobre la salud del Papa Francisco. La semana pasada se canceló un par de audiencias y aplazó otras mientras descansaba para recuperarse de una "leve indisposición" después de una semana agotadora de eventos públicos. A principios de esta semana se pospuso otra audiencia, después de confesar que había estado con un poco de fiebre.

¿Está decayendo la salud del Papa? Esa pregunta se han hecho una docena o más de medios de prensa. Pero ninguna de sus historias ha contenido alguna información nueva e importante. Siempre es posible hacerse la pregunta, y preocuparse por los problemas de salud que el Papa podría estar enfrentando. Durante una semana de pocas noticias, cuando los observadores del Vaticano deciden que no tienen historias más apremiantes a seguir, siempre hay espacio para una columna más sobre la condición médica de la Papa, real o imaginaria.

¿Podría haber más que eso? ¿Podría haber algún motivo real de preocupación? Ciertamente. El Papa Francisco no es un hombre joven, su salud nunca ha sido particularmente fuerte, y él trabaja duro -demasiado, en opinión de algunos asesores cercanos. Funcionarios del Vaticano han instado al Papa a tomar algún tiempo de vacaciones. El año pasado se saltó el descanso habitual, y trabajó directamente durante del verano.

Papa Francisco todavía no ha querido tomarse unas vacaciones. Pero él se ha comprometido a reducir su horario de trabajo durante los meses de verano, eliminando algunas apariciones públicas. Sus colaboradores están satisfechos; el Papa está tomando algunos pasos prudentes para preservar su propia salud. Bien.

Pero ¿Cuál es el resultado final, en términos de publicidad? ¡Una serie de historias que sugieren que el Papa está moderando su agenda porque su salud está decayendo!

¿Ves cómo funciona? Si mantiene su ritmo regular, los observadores del Vaticano dicen que está dañando su salud. Si él se relaja un poco, concluyen que su salud ya está dañada. Él no puede ganar.

Nunca es una mala idea orar por la salud del Papa, y estamos siempre atentos a cualquier signo que sea motivo de preocupación. Pero, por ahora, al menos, no hay una historia real que contar.

 

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