En Madrid hay casi 64000 mascotas más que niños menores de 10 años

10 de diciembre de 2020

"Vivimos en una cultura de muerte, que impone el hedonismo y el «estado de bienestar» por encima del fomento de la vida y de la entrega incondicional al otro (familia)", comenta el catedrático en Geografía Humana Rafael Puyol.

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“Siempre se ha dicho que las mascotas son uno más de la familia. La frase, lejos del tópico, ha adquirido un significado casi literal en la actualidad, hasta el punto de que estos han desplazado a los hijos en buena parte de los hogares madrileños y del resto de España”.
 
Es diario ABC quien así introduce un artículo en el cual recoge los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y los registros del Colegio Oficial de Veterinarios que muestran una tendencia al alza del 25% de la posesión de perros y gatos en los últimos 5 años, mientras que la natalidad ha ido a la baja.
 
Así lo demuestran los datos. Según el censo de la ciudad de Madrid, en la capital de España hay 382.090 mascotas, frente a 318.225 niños menores de 10 años, es decir los animales de compañía superan ya casi en 64 mil a los pequeños. Una tendencia que se ha agudizado aún más en los últimos años.
 
Rafael Puyol, catedrático de Geografía Humana y rector de la Universidad Complutense de Madrid entre los años 1995 y 2003, aseguró al diario ABC que esta caída de la natalidad se debe a “una combinación de factores económicos, laborales, culturales y sociales” y que aunque las parejas manifiestan querer tener entre uno y dos hijos, luego no tienen ninguno y la alternativa es una mascota.
 
De hecho, Puyol destaca que la pregunta no debe ser por qué hay más animales que niños, sino por qué se tienen tan pocos hijos.
 
“Nos parece que, a parte de las circunstancias socio económicas, que pesan bastante, existen circunstancias de tipo cultural de fondo. Vivimos en una cultura de muerte, que impone el hedonismo y el «estado de bienestar» por encima del fomento de la vida y de la entrega incondicional al otro (familia). Todas estas circunstancias, apoyadas en un neocapitalismo salvaje, absolutamente materialista, fomentan esta grave situación”, reflexionó Puyol.

 

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