Aunque alguna publicidad proclame que se nace homosexual...
La confesión de homosexualidad de un basquetbolista de la NBA cuyo hermano gemelo univitelino dice ser heterosexual, reaviva las interrogantes sobre el fundamento genético del ´ser homosexual´
Hace algunas semanas, la opinión pública mundial conoció la mediática confesión de homosexualidad de Jason Collins, jugador de la NBA. Desde la primera publicación en Sports Illustrated, se informó de diversos saludos al deportista, replicados por medios digitales. Barack Obama, el ex presidente Bill Clinton y voceros de organizaciones defensoras de los derechos de homosexuales como en Chile el Movilh o la norteamericana GLAAD, se hicieron presente, calificando esta última de “nuevo héroe” a Collins.
En la otra vereda, algunos medios de comunicación apoyaron las afirmaciones de la psiquiatra peruana Maíta García Trovato quien considerando que los hermanos Collins son gemelos idénticos (misma dotación genética), pero uno es homosexual y el otro no, opina que esto sería prueba suficiente para afirmar que no existe un origen genético (‘gen gay’) de la homosexualidad.
Afirmaciones como la de García molestan a la publicidad de organizaciones ‘pro LGBT’ (lesbianas, gay, bisexuales, transexuales) y declaraciones de sus representantes, quienes defienden reivindicaciones legales de igualdad de derechos afirmando tácitamente –entre otros argumentos- que se nace homosexual. Tal fue ´por ejemplo en 2008 el lema de la campaña de la organización chilena Movilh, que inundó al país Iberoamericano con la frase “¿Y si nace homosexual?”. Concepto que hasta hoy continúan difundiendo organizaciones símiles en todo el mundo.
La ciencia desmiente a las organizaciones LGBT
Pero la ciencia desmiente a esos colectivos “LGBT” y una reconocida voz de la comunidad científica internacional, el doctor chileno Christian Schnake Silva, entrevistado por Portaluz.org lo dice claramente al afirmar que respecto del ser homosexual…
“No hay ningún estudio serio que compruebe, y por el contrario, yo diría que todos los estudios tienden a demostrar que no hay una causa genética predeterminada”.
El profesional agrega luego que podría haber causas “de tipo psicológico” en el desarrollo del niño que predisponen al surgimiento de la homosexualidad. Así en el bullado caso de los hermanos Collins –mellizos univitelinos- el que sólo uno de ellos sea homosexual se explicaría porque “…probablemente hubo algunos factores en el desarrollo psicológico del niño, en sus etapas de desarrollo, que favorecieron que este niño tuviera una distorsión en lo que es su objeto de atracción sexual”, concluye.
El científico es categórico al señalar que incluso aunque algún día se demuestre que existe una causa genética para la homosexualidad, ello no sería señal para afirmar que es algo normal.
“Porque el punto es que los grupos pro gay te dicen que si hay una condicionante genética hacia la homosexualidad, entonces la homosexualidad es algo normal. Mirándolo exclusivamente desde el punto de vista médico, entonces ser diabético también es normal, ser asmático también es normal, porque hay predisponentes genéticos hacia esto. ¡Pero no son condiciones normales!
Mucho más importante que si hay una condición genética o no –finaliza- es saber si hay una normalidad en esto o no. Y no hay una normalidad cuando hay una cosa que se sale del sentido hacia el cual apunta todo el ser. “